La inflación bajó una décima en enero en la Región de Murcia hasta el 2,8%, según el Índice de Precios al Consumo (IPC) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta tasa es una décima más elevada que la media nacional (2,7%).
Destaca la incidencia que sobre esta evolución han tenido Vestido y Calzado (cuyo nivel general de precios coincide con el de enero de 2012), Comunicaciones (-1,8% interanual), Ocio y Cultura (+1,1%), Hoteles, Cafés y Restaurantes (+0,8) y gastos asociados a Vivienda, cuyo crecimiento, pese a ser elevado (4,2%), resulta bastante menor al de meses anteriores, debido a algunos ajustes en el precio de la electricidad.
En el lado opuesto, registran tasas elevadas Bebidas alcohólicas y tabaco (+8,6%, consecuencia principalmente del encarecimiento del tabaco), Medicina (+14,5%), Enseñanza (+7,4%) y algunos componentes asociados al Transporte, como Carburantes y Combustibles (+3,8%).
Atendiendo en exclusiva a lo acontecido en el primer mes del año, se observa una caída de los precios del 1,5% en Murcia y del 1,3% en el ámbito nacional. Esta caída es habitual en este periodo del año, se encuentra en línea con la observada en el mismo mes del año anterior, y está muy condicionada por la caída de Vestido y Calzado (-16,4%, debido a las rebajas).
Por otra parte, hay que prestar atención a la evolución de la inflación subyacente. Este indicador no tiene en cuenta los elementos más volátiles (productos energéticos y alimentos no elaborados) y constituye una aproximación a la tendencia de los precios. En enero, se situó en el 2,5%, dos décimas más que en diciembre, circunstancia que incrementa el diferencial con la media nacional (2,2%).
La inflación continúa siendo un lastre para la recuperación económica
La inflación repuntó con fuerza a partir del verano de 2012 y se mantiene todavía en niveles elevados. Esta circunstancia supone un lastre significativo para la recuperación económica, más aun cuando esta subida de precios se debe a causas totalmente ajenas a la dinámica empresarial, como son, las numerosas subidas de impuestos aprobadas (entre las que cabe destacar la del IVA); el alza de numerosos precios regulados, en particular de suministros como el agua o la electricidad; o el avance del precio de los combustibles.