El uso de la actividad autoconcertada, horas extraordinarias o "peonadas" no es una novedad en el SMS, y siempre lo han justificado como solución para acortar la lista de espera o atender con prioridad a la cirugía compleja y urgente, como el cáncer. Desde la FSS se insta a los ciudadanos a que comuniquen la urgencia y gravedad de las intervenciones, propias o de conocidos, de las que han sido atendidos en jornada extraordinaria.
Llama poderosamente la atención la cantidad de hemorroides, vesículas biliares sin patología urgente o tumores benignos de piel que se consideran urgentes y complejos, por no hablar de que se hace el mismo número de intervenciones en el turno extraordinario que en todo el turno de mañana.
Sin embargo, lo fácil sería responsabilizar al médico que decide las intervenciones o al personal auxiliar que prepara al enfermo con mayor rapidez, cuando la responsabilidad es del SMS. Son sus gerentes los encargados de velar por el buen uso del presupuesto que se asigna al SMS y, por tanto, son los que deben cuestionarse la necesidad de ese turno extraordinario. Es cierto que no es posible que el Gerente valore todo lo que se programa en dichas "peonadas" pero para eso están los cargos intermedios que son de libre designación y, al fin y al cabo, extensión de la Administración en los Centros Sanitarios.
Mención aparte supone el hecho de que en este año se va a "deslocalizar" la actividad a centros privados con la justificación del ahorro. ¿Por qué es más barato un centro privado?. Por 2 razones fundamentales, porque el personal propio de ese centro realiza el doble de trabajo del recomendado por los protocolos de buenas prácticas quirúrgicas, y por la mitad del sueldo que en los servicios públicos.
Y segundo, porque los hospitales privados no asumen las complicaciones de los pacientes. Aunque se negocia la atención de todo el proceso quirúrgico, (incluidas las posibles complicaciones), la realidad es que los centros no cuentan con profesionales quirúrgicos de presencia física, por lo que derivan al paciente a la pública a la menor incidencia o, lo más retorcido, venden la complicación como un proceso diferente al proceso quirúrgico. Al fin y al cabo su negocio es la sanidad, no son ingenuos ni filántropos.
Por ello desde la FSS se aboga por la revisión de los procesos que pueden ser candidatos a autoconcertación como situación clínica muy extraordinaria. Esta limitación disminuiría en mucho el costo de las horas extraordinarias y, por tanto, no sería necesario "deslocalizar" dicha actividad. Pero si aún así fuera necesario mantener dicha actividad, los hospitales públicos no se cierran por la tarde y personal sanitario en paro hay en abundancia….. ¡No hay más que decir!