La tarde comenzó con un minipartido de touch-rugby, sin placaje, con jugadores base de ambos clubes. Los del CR Totana eran mayores en edad y tamaño que los del Yecla, por lo que se hizo una adaptación en el juego para que se jugara en igualdad de condiciones. Los chicos y chicas echaron en falta el contacto, pero jugaron teniendo la ocasión de jugar únicamente creando huecos. Este partido dio lugar al encuentro que se encargó de pitar el colegiado Emilio Morillas Belmonte, de la Federación Murciana de Rugby.

A pesar de lo claro que pudo parecer el resultado, éste no refleja lo competido que estuvo el encuentro hasta el último cuarto de la segunda mitad, decantándose para los jugadores del CR Totana. Mucho más seguros en el campo que en otras ocasiones, plantando una defensa en la que se crearon solo los huecos de los ensayos del equipo visitante, los totaneros desplegaron un juego agresivo en la que fueron determinantes el peso de la delantera y el buen entendimiento en la línea. En esta última brilló especialmente Alex Díaz, que tuvo que abandonar el campo por molestias leves de tobillo. Prácticamente todas las melés fueron ganadas por el Totana, bastante compactas en ambos equipos. En las touches, el 2ª línea Connor Twentyman recuperó bastantes balones para el equipo local.

El equipo yeclano presentó un muy buen plantel de jugadores en los que hay que destacar la veteranía y saber hacer de sus delanteros y la juventud y rapidez de los tres cuartos. La rapidez con la que movían el balón puso en aprieto varias veces a la defensa totanera.

Durante la primera mitad, los tantos subían alternativamente de 5 en 5 puntos en el marcador de los dos equipos llegando al descanso con un 22-17 para Totana. Durante la segunda mitad ambos equipos acusaron un bajón en el que el oval se devolvía continuamente al campo contrario por los zagueros. Los jugadores del Yecla RC intentaron aprovechar estos minutos de desconcierto y los totaneros supieron aguantar la presión para dar paso a un juego más en corto y de delantera.

En definitiva, se vivió una tarde muy divertida con dos equipos jóvenes, con ganas de aprender y en los que los valores del rugby son lo más importante. Terminó como es tradición, con el obligatorio Tercer Tiempo donde se comentó el partido entre risas y cánticos.