Depresión, tensiones musculares, problemas sexuales, nerviosismo o angustia, son algunas de las dolencias de los profesionales como consecuencia de la precariedad laboral en la que se encuentran.
SATSE demanda medidas efectivas que acaben con los "recortes" que empeoran la salud de los profesionales y perjudican la atención sanitaria que se ofrece a los ciudadanos.
Seis de cada diez profesionales de enfermería sienten en España el síndrome de Burnout, o del profesional "quemado"; ocho de cada diez, estrés; cerca de nueve considera que el ambiente laboral se ha deteriorado y más de la mitad opina que la atención a los pacientes ha empeorado en los últimos tiempos.
Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio Percepción de estrés en los Profesionales de Enfermería en España, que ha elaborado el Sindicato de Enfermería SATSE gracias a la opinión reflejada por el colectivo a través de una encuesta realizada a un total de 1.173 enfermeras de todo el país durante el pasado mes de julio. El perfil mayoritario entre los encuestados es mujer, entre 26 y 55 años, y con contrato fijo.
En su presentación, el secretario general autonómico de SATSE, José Antonio Blaya, ha explicado que el principal objetivo del Estudio ha sido conocer "la repercusión de la actual situación de precariedad laboral en la salud personal y calidad de vida de los profesionales, así como en la atención que se presta a los usuarios del Sistema Nacional de Salud".
"Nuestras secciones sindicales recogen prácticamente a diario denuncias de profesionales que aseguran que no pueden. Hace pocas fechas muchos profesionales del Area II de Cartagena lanzaron un comunicado en el que aseguraban que no se hacían responsables de lols errores que pudieran cometer, ya que se veían desbordados".
Según ha indicado, los testimonios de los profesionales que han participado en el estudio son el mejor "termómetro" para comprobar el grado de enfermedad que tiene nuestra sanidad y a tenor de sus resultados se puede afirmar, con toda rotundidad, que "la salud de nuestro sistema sanitario ha empeorado en los últimos meses y si no cambian las cosas se verá abocado a una situación insostenible y desoladora, no solo para el profesional sino también para los pacientes".
Blaya ha recalcado que "los enfermeros tenemos tiempo para hacer curas y los cuidqados de los enfermos, pero nos vemos obligados a obviar la actualización de historiales porque es físicamente imposible, y tenemos que quedarnos fuera de nuestro turno para trabajos como este, que son imprescindibles, y fuera de toda remuneración. Los profesionales de enfermería hemos pasado baches, pero nunca tan drásticos como éste".
Los principales resultados del estudio son que más de ocho de cada diez profesionales (84%) se siente estresado y seis de cada diez (62%) "quemado". Asimismo, muchos profesionales manifiestan dolencias y perjuicios físicos, y por ejemplo, un 97% padece tensión muscular; un 93%, nerviosismo, temor o angustia; un 43% sufre problemas sexuales, y un 86% tiene trastornos del sueño.
De otro lado, más de la mitad (51%) cree que la atención a los pacientes ha empeorado, y es que ocho de cada diez (80%) considera que no hay personal suficiente, y también ocho de cada diez (82%) no dispone del tiempo necesario en su jornada laboral para atender a los pacientes como desearía. Además, cerca de nueve (88%) de cada diez enfermeras consideran que han empeorado sus condiciones de trabajo, y un porcentaje similar (86%) cree que el ambiente laboral se ha deteriorado.
Actuaciones del Sindicato
Ante esta situación, el Sindicato de Enfermería desarrollará distintas medidas y actuaciones con el objetivo de ayudar a los profesionales a prevenir y actuar ante el estrés. Entre otras, se dirigirá al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y al resto de administraciones sanitarias a nivel autonómico enviándoles el Estudio e instándoles a que se "tomen en serio" este problema, y adopten medidas concretas y eficaces contra esta situación.
Asimismo, el Sindicato promoverá la realización de jornadas que ayuden al profesional a prevenir los síntomas del estrés y a intentar mitigar o acabar con ellos cuando ya los sufran, y reeditará una Guía de Prevención y Actuación contra el Estrés, que busca el mismo objetivo de ofrecer pautas de actuación que ayuden a mejorar su calidad de vida a los trabajadores afectados.
Por último, el Observatorio de la Enfermería de SATSE creará un departamento específico para hacer un seguimiento exhaustivo y continuo de la repercusión del estrés en los profesionales de toda España, en aras a tomar nuevas actuaciones a futuro.
"Muchas veces tenemos que pedir disculpas porque sabemos que los cuidados que dispensamos no son los que deben ser. Según la OMS, el siglo XXI debería ser el de los cuidados y, sin embargo, cada día tenemos un sistema más medicalizado. Debemos resolver dos problemas gravísimos: En Murcia seguimos a la cola de España y de Europa en el ratio de profesionales de enfermería (en Murcia hay más auxiliares administrativos que enfermeros) y con la crisis se han impuesto los consabidos recortes y una austeridad presupuestaria que está acabando con el sistema de salud que todos habíamos conocido".