Una cata en la que participaron 100 personas demostró la mejora del sabor de la carne de los cerdos alimentados con aceites esenciales de tomillo, en comparación con otras muestras
La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), ha desarrollado durante cinco años un proyecto de investigación, financiado con fondos FEDER, que demuestra que el empleo de aceites esenciales de tomillo puede ser una alternativa al uso de antibióticos, como promotores de crecimiento, para la cría del ganado porcino. Estos aceites, además de conseguir efectos similares, aportan un valor añadido a la carne enriqueciéndola con compuestos biosaludables.
El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó la importancia de los resultados de esta investigación aplicada, en la que ha colaborado la Universidad de Murcia, ya que, dijo, "puede beneficiar tanto a los productores de extractos de plantas aromáticas como a los ganaderos, agricultores y consumidores en general". Resaltó asimismo "la repercusión favorable que tendrá en sector porcino regional, que abarca el 70 por ciento de las 5.000 explotaciones ganaderas existentes".
Martínez apuntó que "los antibióticos se han venido utilizando de forma subclínica en la cría del ganado porcino, sobre todo en el período del destete y el post destete, en el que estos animales presentan inmadurez en el intestino y necesitan un apoyo para que el crecimiento sea adecuado y no contraigan enfermedades por patógenos oportunistas". No obstante, añadió, "el uso de estos antibióticos en los piensos está prohibido por la Unión Europea desde el año 2006 y desde entonces se estudian posibles alternativas".
Según la investigadora del Grupo de Plantas Aromático-Medicinales y Extractos Vegetales del IMIDA Cristina Martínez-Conesa, en la primera parte del proyecto se experimentó con ratas, por la facilidad de su manejo y porque su metabolismo se asemeja al de los cerdos. Con el uso de los aceites esenciales de tomillo, ricos en dos compuestos, timol y carvacrol, se consiguió una mejora de su estructura intestinal, que repercutió en una mayor absorción de nutrientes.
En la segunda parte del proyecto se está experimentando con cerdos, desde su destete hasta antes de entrar en cebo, período que se considera una de las fases más críticas. De los primeros resultados se puede concluir que se obtiene una mejora de la flora intestinal de estos animales y un mejor índice de conversión, y se consigue, además de este efecto biosaludable sobre el animal, una carne enriquecida con estos compuestos activos, responsables de que se mantenga el color rojo más tiempo durante el almacenamiento.
También se comprobó el sabor de la carne de los cerdos alimentados con aceites esenciales de tomillo. Para ello se realizó una cata en la que participaron 100 personas, que coincidieron en resaltar la mejora de su sabor, en comparación con otras muestras de carne de cerdo.
Aceites esenciales de plantas aromáticas autóctonas
Uno de los componentes de los aceites esenciales que se considera de mayor interés bactericida es el carvacrol, que con estos fines se obtiene habitualmente del orégano turco. Sin embargo, el carvacrol también puede obtenerse del tomillo carrasqueño, especie susceptible de ser cultivada en la Región y que requiere menor cantidad de agua, con lo cual también se pueden beneficiar los agricultores de las comarcas del Noroeste y Altiplano.
El jefe del Grupo de Investigación de Plantas Aromático-Medicinales y Extractos Vegetales del IMIDA, José Antonio Sotomayor, puntualizó que la importancia del proyecto radica en su doble vertiente de conseguir mejoras en la cría del ganado porcino y en la utilización de plantas aromático-medicinales autóctonas, para que los agricultores murcianos puedan establecer cultivos.