Ante el anuncio realizado por el Consejero de Turismo, Pedro Alberto Cruz, de que se modificará la Ley de Turismo para hacerla más flexible y adaptada a las circunstancias, la Federación de Republicanos de Murcia teme que “se traduzca en un ataque directo a los derechos laborales de los trabajadores del sector", además de "una nueva vuelta de tuerca a las políticas de depredación del territorio”.
Para la formación republicana, el hasta aquí puedo leer con el que Cruz evitó concretar a qué cambios legislativos se refiere, “esconde un peligrosísimo sapo que los murcianos tendremos que tragarnos una vez más. Con esta nueva ley que se nos viene encima, el gobierno de Valcárcel demuestra de nuevo su absoluta carencia de ideas a la hora de apostar por un nuevo modelo productivo para la Región, basado en la competitividad y el desarrollo. Los sucesivos macrocomplejos turísticos, como los Resorts o los campos de golf, han demostrado ya su ineficacia a la hora de crear riqueza en Murcia, y además favorecen la cultura del pelotazo que como sabe todo el mundo, acaban pagando las arcas públicas. El PP murciano sigue la estela de Esperanza Aguirre para crear un modelo inmoral, irreal y destinado a la ruina”.
Además de señalar el fracaso patente de este tipo de modelo, desde la Federación Republicanos temen que el consejero Cruz “pueda referirse a un menoscabo en los derechos laborales. No hay que olvidar que Sheldon Adelson aboga por un marco jurídico en el que los trabajadores tengan prohibido estar afiliados a un sindicato. Se busca así favorecer la posición de poder del empresario a la hora de plantear contratos basura, con unas condiciones de semiesclavitud, en las que el despido sea gratuito y los trabajadores tengan que 'pasar por el aro' ante cualquier exigencia abusiva por parte del empresario”.
Por último, la formación republicana denuncia que “tras la modificación legislativa puede buscarse acabar con los últimos espacios protegidos de la Región. Ya hemos visto como el PP pretende convertir en urbanizaciones de lujo entornos naturales de los que son propietarios todos los murcianos, como los aledaños al Santuario de la Fuensanta, o Cabo Cope, donde está anunciada la construcción de más de 20.000 viviendas (proyecto Marina Cope) que destruirán la riqueza natural de la zona de Águilas y Lorca”.