Los síntomas emocionales que experimentan muchos españoles tras las vacaciones de verano no se consideran una enfermedad, según asegura Joaquín Conesa Pérez, psicólogo del Hospital USP San Carlos de Murcia. De hecho, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) jamás ha reconocido el denominado síndrome postvacacional como tal.
En su opinión, "la irritabilidad y el desánimo que se manifiestan al volver al trabajo se corresponden con un estado de ánimo pasajero y breve más o menos negativo, pero nunca comparable con una enfermedad como la depresión, que presenta un cuadro médico mucho más severo y requiere una recuperación de 6 meses". Aunque resulte contradictorio, Joaquín comenta que "el temor al paro debido a la situación económica que atravesamos no evita el síndrome postvacacional, que por otra parte no debe durar más de 10 días". En caso contrario, es aconsejable acudir a un especialista.
Los resultados de los estudios acerca de estos síntomas son muy variables. No hay un perfil de persona definido tendente a padecerlo, más bien depende del tipo del puesto de trabajo. Según Joaquín Conesa, "está más relacionado con el número de tareas que con la responsabilidad del cargo". También influye si está expuesto al público y el nivel de estrés.
Otro factor que aviva estos síntomas es el tiempo de inactividad, "al igual que ocurre con el deporte. A mayor período de vacaciones, mayor esfuerzo lleva la reincorporación". Por ello cada vez menos trabajadores toman un mes seguido de vacaciones.
La solución, según Joaquín, radica en un cambio de modelo cultural para convencernos de que el trabajo ayuda y potencia la salud mental. La vuelta a la actividad laboral se debe aceptar como algo natural e intentar llevar una vida ordenada: dormir bien, realizar descansos durante el día de 15 minutos (cinco aproximadamente), mantener una alimentación sana, realizar ejercicio físico y no hablar demasiado sobre el tema para no crear dolencia colectiva.
Sobre el nuevo grupo
El grupo resultante de la fusión de Quirón y USP cuenta con un cuadro médico de prestigio internacional, el más numeroso del sector, es el primero de España en número de pacientes atendidos y en superficie asistencial, y supone administrar 45 centros sanitarios, más de 2.250 camas hospitalarias, 6.500 médicos vinculados y 600.000 estancias hospitalarias al año. En 2011, Quirón y USP registraron un total de 835.112 urgencias atendidas, 185.268 intervenciones quirúrgicas, 17.223 nacimientos, más de 10.000 ciclos de reproducción asistida y alrededor de 40.000 tratamientos oncológicos.
La mayor red hospitalaria privada de España cuenta con 19 hospitales generales en A Coruña, Adeje (Tenerife), Barcelona, Erandio (Vizcaya), Madrid, Málaga, Marbella, Murcia, Palma de Mallorca, Pozuelo de Alarcón (Madrid), San Sebastián, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Torrevieja (Alicante), Valencia, Vitoria y Zaragoza; dos hospitales de día, en Playa de Muro (Mallorca) y Zaragoza; cuatro centros monográficos de reproducción asistida en Bilbao, Murcia, Pamplona y Torrent (Valencia); tres centros oftalmológicos en A Coruña, Barcelona y Girona; dos centros de medicina deportiva en Vitoria; y 15 centros de consultas de diferentes especialidades en A Coruña, Ferrol (A Coruña), Fuengirola (Málaga), Lorca (Murcia), Orihuela (Alicante), Palma de Mallorca, Santa Pola (Alicante), Sa Pobla (Mallorca), Sevilla y Torrevieja (Alicante).