Primera de las nuevas medidas de presión que el Sindicato de Enfermería va a llevar a cabo en contra de los recortes.
Según SATSE, el Estado del Bienestar en nuestro país está "herido de muerte" y el riesgo de "fractura social" es una realidad.
El Sindicato de Enfermería ha dirigido hoy un escrito al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al máximo responsable de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, para que se modifiquen los recortes ya realizados y el nuevo "recortazo" anunciado ayer no suponga una "grave discriminación" entre los profesionales de Enfermería por el mero hecho de trabajar en una región u otra.
SATSE ha advertido que en algunas Comunidades Autónomas los recortes ya aprobados por el Ejecutivo regional con respecto a sus empleados públicos son mayores que los anunciados por el Gobierno central, de ahí que pida que ambos recortes no se sumen para evitar un "ensañamiento" sobre los profesionales de determinadas regiones.
El envío de estas cartas a los presidentes nacional y autonómicos es la primera de las distintas actuaciones de presión que el Sindicato de Enfermería va a llevar a cabo en los próximos días y semanas ante el "nuevo atentado" anunciado por Rajoy a los intereses de los profesionales de Enfermería y los empleados públicos en su conjunto
En todo caso, el secretario general autonómico de SATSE, José Antonio Blaya, ha reiterado el "rechazo frontal y absoluto" a las medidas de recorte establecidas por los diferentes Gobiernos, porque perjudican gravemente, no sólo a las condiciones de trabajo de las enfermeras, sino a la atención que se presta a los usuarios del Sistema Nacional de Salud.
"El Estado del Bienestar en nuestro país está herido de muerte y el riesgo de fractura social es una realidad". Una situación que el sindicato no va a tolerar, reiterando que se intensificarán las distintas acciones de movilización con el objetivo claro de no permitir nuevos pasos atrás que nos lleven a una situación de hace más de 25 años.
SATSE critica que, en lugar de propiciar otras medidas de mejora de la gestión del sistema sanitario, que redundarían en menores gastos, se vuelve a recurrir a lo más fácil, recortar en derechos a los empleados públicos, lo que, además, perjudica a la atención que se presta a los pacientes, ha señalado.