El centro murciano es un referente a nivel europeo por su concepción y diseño en la atención a los usuarios de sus diferentes programas
Más de 500 personas de toda la Región colaboran con el Teléfono de la Esperanza (TE), de los que 150, aproximadamente, prestan su ayuda en la sede que el TE tiene en la ciudad de Murcia. Se trata de personas voluntarias que, tras un período de formación de año y medio, se encargan de atender el teléfono y las consultas presenciales o de impartir talleres para grupos de personas con problemas.
El director general de Asuntos Sociales, Igualdad e Inmigración, Leopoldo Navarro, visitó la sede central del Teléfono de la Esperanza en la Región, ubicada en la calle Ricardo Zamora de Murcia, donde tuvo la oportunidad de conocer los detalles de todos los programas que desarrollan.
El presidente de la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza y del TE en la Región de Murcia, Jesús Madrid, y el responsable de la Asociación regional de Amigos del TE, Salvador Vizcaíno, acompañaron a Navarro durante la visita por el centro, desde el que se atienden a personas con problemas muy variados.
La depresión, la soledad e incomunicación, los trastorno de ansiedad, las relaciones conflictivas con la pareja o con los hijos, la violencia familiar o las adicciones de diversa índole son algunos de los problemas tratados por los profesionales colaboradores del Teléfono de la Esperanza, que, además, imparte talleres específicos para ayudar a quienes tienen problemas de separación afectiva, duelo, maltrato o enfermedad, entre otros.
El TE es una organización internacional, fundada hace 40 años en Sevilla, que está presente en 29 municipios de la Región de Murcia, 25 provincias españolas, 11 países de Latinoamérica y, además, dispone de centros en Londres, Oporto y Miami.
Murcia, referencia europea
El centro del Teléfono de la Esperanza en Murcia atendió el pasado año más de 5.000 consultas, y, según su presidente, es un referente a nivel europeo en la atención a los usuarios de sus diferentes programas, principalmente por la concepción y el diseño de la sede.
El edificio cuenta con tres plantas, en las que se distribuyen diversos espacios, destinados, por una parte, a las consultas personales de los usuarios, que cuentan con salas de espera individuales para preservar al máximo la confidencialidad y anonimato de quienes acuden al TE, y, por otra, a salas para talleres y cursos, que cuentan con un acceso independiente.