Técnicos de la Consejería participaron esta semana en unas Jornadas de profesionales especializados en esta materia
La Consejería de Agricultura y Agua ha formado a más de 200 técnicos en sanidad vegetal en los últimos diez años. Una de las piezas clave de esta formación especializada ha sido el trabajo continuo desarrollado a través de las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en la Agricultura. En 2011 la superficie de asesoramiento englobada en las 45 agrupaciones reconocidas ascendió a 36.000 hectáreas y benefició a unos 700 agricultores.
El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que "para cumplir con las exigencias de las instituciones europeas y las cadenas de comercialización es indispensable contar con técnicos y agricultores bien formados, así como renovar de forma periódica esta formación para adaptarla a las nuevas técnicas de protección de cultivos".
El responsable autonómico señaló que "hoy día es objeto de estudio y debate la necesidad de técnicas de cultivo más eficientes para asegurar la provisión de alimentos en un futuro". En este sentido, apuntó que "trabajos realizados por diversas universidades advierten que los efectos de las plagas y enfermedades reducen la producción de los cultivos en torno al 35 por ciento de la cosecha", de ahí, dijo, "la necesidad de técnicos y agricultores con formación específica en estas materias".
Técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura y Agua presentaron diferentes ponencias sobre la divulgación y transmisión de la información en esta materia al sector productor, en unas Jornadas de profesionales sobre sanidad vegetal celebradas esta semana, organizadas por la revista especializada 'Phytoma'.
Los ponentes de estas Jornadas coincidieron en la importancia de mantener unos servicios de gestión y asesoramiento en materia de sanidad vegetal, dado que en los últimos años han aparecido nuevas plagas y enfermedades que ponen en riesgo la viabilidad de los cultivos.
Asimismo, ante las exigencias de la legislación europea para el adecuado uso y control de los productos fitosanitarios a partir de 2014, se plantea la necesidad de contar con una categoría profesional o formación especializada en esta materia, lo que ha suscitado un debate sobre la conveniencia de crear una carrera específica.