El coordinador regional de UPyD, Rafael Sánchez, ha cuestionado la continuidad de la Consejería de Cultura y Turismo, cuando el propio consejero, Pedro Alberto Cruz, reconoce que no puede promocionar el turismo ni dispone de presupuesto para el mantenimiento de aspectos culturales básicos como los museos o las bibliotecas.
Sánchez ha expresado su crítica más rotunda a la gestión del consejero que ha conducido al actual estado de precariedad en la Consejería. “Él es el responsable directo de que ahora no quede ni un euro ni para turismo ni para cultura. Se ha gastado en eventos culturales y mediáticos, así como en campañas, destinados a supuestas “élites” que han tenido poco que ver con los aspectos culturales más cercanos al ciudadano”.
En este sentido, Rafael Sánchez ha recordado el patrocinio de un equipo de la Fórmula 1, al que se destinaron más de tres millones de euros, los ocho millones de euros por la bienal de arte contemporáneo Manifesta, o los cuatro millones que se han destinado al festival SOS en cada una de sus últimas ediciones.
Además y centrándose en la promoción del Turismo en la Región, Sánchez ha señalado el fiasco del “Murcia no typical”, una campaña cuestionada desde el primer momento por los profesionales del sector, que también tuvo una inversión millonaria, y con los tristes resultados de que el turismo y el número de visitantes decaen en la Región. “Se da la enorme paradoja de que cuando todas las instituciones y organismos opinan que el Turismo es uno de los pilares que nos pueden ayudar a salir de la crisis en la Región, la Consejería no puede hacer promoción turística”, ha indicado Sánchez.
Para el coordinador regional de UPyD, aunque la crisis también tenga incidencia en la rebaja del presupuesto de la Consejería, “han sido la frivolidad y el capricho personal del Consejero en la gestión, las que, fundamentalmente, han conducido a que la Consejería se haya quedado sin presupuesto para las funciones principales que se le suponen: fomentar el turismo y promocionar y apoyar la cultura en su expresión más cercana al ciudadanos, como son museos o bibliotecas”.
Por eso Sánchez cree que ante esta situación, el presidente Valcárcel se debería plantear seriamente qué sentido tiene la continuidad de la Consejería. “Que la suprima o como mal menor que agregue sus funciones y la fusione a otra Consejería como Educación”, ha concluido Rafael Sánchez.