La Diócesis de Cartagena ha celebrado esta mañana la festividad de su Patrono, San Fulgencio. La Catedral de Murcia ha acogido un año más a los numerosos presbíteros y fieles que han asistido a la Misa en rito Hispano – Mozárabe que ha presidido el Sr. Obispo, Mons. D. José Manuel Lorca Planes. Previamente ha tenido lugar la procesión claustral con el Arca de plata que porta las Reliquias de San Fulgencio. La estructura y composición de la Liturgia de esta Misa en rito Mozárabe, halla su raíz en la que practicaba la Iglesia en España en la época en que vivió este Santo. Durante este período, “les movía el deseo de expresar, bajo formas apropiadas para el pueblo fiel, la fe cristiana recibida y que habían tenido que defender de la ofensiva arriana, en un primer momento, y más tarde del dominio musulmán”- como bien indicó el Beato Juan Pablo II en 1992. La celebración ha estado acompañada por el coro de los seminaristas, que han entonado sus cantos en latín.
El Sr. Obispo ha remarcado que San Fulgencio es “un tesoro de gracia para la Iglesia de Cartagena y para la Iglesia Universal”, junto a sus tres hermanos cartageneros: San Leandro, San Isidoro y Santa Florentina. Mons. Lorca Planes se ha dirigido de un modo especial a los sacerdotes, que encuentran en su Santo Patrono un modelo de vida. “Os animo a dar la cara por el Señor, a renovar la ofrenda generosa a causa del Evangelio”- ha apuntado. De igual modo, ha añadido que “la época en que nos ha tocado vivir nos está llevando a una etapa martirial” y que “es necesario tener clara conciencia de la vocación”. “El sacerdocio es un don que viene de Dios, a imagen de Cristo”- ha afirmado. El Prelado ha explicado que “no se trata de una función, sino de una vocación libre y exclusiva de Dios”. “Sólo Cristo es el Modelo perfecto que hay que imitar y actualizar”- ha subrayado. A su vez, ha insistido en que “el presbítero es signo de Cristo, sacerdote y buen pastor”. “La persona de Jesús constituye el punto de referencia esencial para comprender y dar sentido a la vida y al ministerio sacerdotal”- ha aseverado.
“San Fulgencio está en el corazón de la Iglesia de Cartagena, como un modelo a imitar, de predicación y defensa de la fe”- ha expresado el Pastor. En este sentido, ha precisado que aún más en el caso de los sacerdotes, ya que desde el Seminario fijan su mirada en él como maestro, protector e intercesor.
Mons. Lorca Planes ha propuesto la santificación del clero como principal objetivo. “El sacerdote tiene clara conciencia de ser ministro de Cristo para su pueblo”- ha alegado. De la misma forma, ha comentado que “cuando se transfigura la vida del ministro, éste se convierte en una especie de Evangelio vivo”.
El Sucesor de los Apóstoles ha recordado que por el Bautismo, todos estamos llamados a dar testimonio de la fe, por lo que tenemos necesidad de oración. “El alma de todo apostolado estriba en la unión vital por Dios”- ha indicado. Además, ha destacado que “siempre es urgente ofrecer el camino de una valiente y eficaz pastoral vocacional”. “El sacerdocio es un don que hay que corresponder aceptándolo con gratuidad –ha manifestado. –Se ha de ver a la luz de la soberana voluntad de Dios, que elige libremente a sus pastores”.
Antes de concluir, el Sr. Obispo ha evocado el momento en que Jesús, al morir en la Cruz, nos ofrece a María como Madre mediante la figura del Apóstol Juan. Así, ha reconocido que la Santísima Virgen es una gran mediadora para los sacerdotes, así como para todo el mundo. Mons. Lorca ha encomendado a María de un modo particular en el día de hoy a los sacerdotes, Ella que es la Reina de los Corazones. “Pongamos confiados en sus manos nuestros propósitos –ha sugerido. Que todo cristiano se sienta movido a consagrarse a la Virgen Inmaculada”.
A continuación, se han dirigido al Palacio Episcopal, donde han podido disfrutar de la tradicional degustación del boniato. Mons. Lorca ha estado acompañado durante este tiempo por Mons. D. Francisco Lerma, Obispo de Mozambique, que durante unos días permanecerá en la Diócesis de Cartagena.