Se plantea la creación de una tarjeta de discapacidad para agilizar la acreditación del grado de discapacidad del usuario
La Dirección General de Pensiones, Valoración y Programas de Inclusión ha iniciado los trabajos para mejorar la calidad del servicio que ofrece a los ciudadanos en las Unidades de Valoración y Diagnóstico de la Discapacidad, con el objetivo, entre otros, de simplificar los procedimientos mediante la reducción de trámites y plazos, dentro del trabajo de simplificación administrativa liderado por la Consejería de Economía y Hacienda.
Desde el pasado mes de mayo, 25 trabajadores del IMAS, adscritos a estas Unidades, han participado en un curso de formación organizado por la Dirección General de Función Pública, a través de la Escuela de Administración Pública, dentro de su programa de calidad en las unidades administrativas, cuya finalidad es fomentar la cultura de la calidad y la excelencia en la prestación de servicios públicos y favorecer la modernización.
Del curso, que hoy fue clausurado por los directores generales de Pensiones, Valoración e Inclusión del IMAS, Juan Castaño, y de la Función Pública y Calidad de los Servicios, Amador López, han surgido cuatro grupos de trabajo que se encargarán de avanzar en la creación de una tarjeta de discapacidad, las consultas de expedientes on-line, la coordinación interinstitucional y la unificación de criterios técnicos de actuación.
Tarjeta de discapacidad
Una de las conclusiones a las que se ha llegado a lo largo del curso, en el que se han trabajado diversas opciones para la modernización del servicio de Valoración y Diagnóstico, es la creación de la 'tarjeta de discapacidad', con el objetivo de que las personas que legalmente tengan reconocido un grado de discapacidad puedan acreditarlo de una forma más ágil y práctica, lo que les facilitaría el acceso a determinados servicios.