Ramón Rodriguez es un barcelonés inquieto, musicalmente hablando, que ha formado parte de Madee, Ghouls'n'Ghosts y ahora funciona en solitario bajo el solitario de The New Raemon. Con la publicación de su primer trabajo A propósito de Garfunkel, Ramón vio como su caché subía como la espuma, y ahora ya van casi 4 discos publicados con numerosas colaboraciones y una correctísima trayectoria. Presenta su nuevo trabajo Libre asociación mañana sábado 12 de noviembre en la programación Otras Músicas del Auditorio Regional Víctor Villegas. Entradas, 12 Euros.
A pesar de llevar tan sólo desde el 2008 en activo, The New Raemon ya es toda una referencia en la concurrida escena del pop nacional gracias a bonitas canciones como 'Te Debo Un Baile' o 'Tú, Garfunkel'. Sin la necesidad de revolucionar nada, sin la pretensión de experimentar, este proyecto barcelonés se sirve de la configuración clásica para dar vida a pequeñas joyas sonoras cuya sensibilidad seduce a cualquiera que se acerque a ellas. Su último trabajo 'Libre Asociación' es un viaje por los pasillos más estrechos e íntimos de Ramón Rodríguez, líder de un proyecto lleno de encanto, alma y guitarras acústicas afinadas a favor de la reserva hecha arte.
El camino de "Libre asociación" es corto –poco más de media hora–, pero su intensidad y dinamismo obliga a mantenerse alerta. Sorprende que un disco con tanta chicha fuera concebido en apenas diez días –repartidos entre febrero y abril pasado– y tras asumir el autor una serie de preceptos innegociables y autoimpuestos. Refugiado en su casa del Maresme, Rodríguez decidió componer asido a su vieja Telecaster, lejos de la guitarra acústica, partiendo de cero cada día e improvisando la letra conforme avanzaba en el pentagrama. Entraba en el local a primera hora de la mañana y no salía hasta que el tema estaba terminado. Cuando juntó diez, dio por cerrado el cancionero y se puso en manos de sus amigos Santi García y Ricky Falkner, quienes han hecho un trabajo de producción realmente brillante. "Libre asociación" no es un disco de digestión sencilla, pero va sobrado de magnetismo y pulsa los resortes del instinto. Enseguida sabes que éstas canciones, a menudo incómodas, esconden mucho más de lo que están dispuestas a mostrar. Supone, además, un reencuentro del artista con sus referencias