Entre las propuestas económicas que proponemos en PRDE destacamos:
· Los programas de gestión del gasto público deberían ser objeto de una rigurosa evaluación tanto antes de su aprobación, en función de los objetivos de las políticas públicas, como sobre todo ex post, como elemento fundamental de control y disciplina del gasto público.
· Establecer prioridades en la inversión pública: la austeridad llega a todas las partidas y, si bien no debe recortarse la inversión pública de manera irresponsable, tampoco hay que olvidar que no toda inversión pública en infraestructuras es productiva, por mucho que las reclamen las distintas administraciones territoriales.
· Lucha contra el fraude y la evasión fiscal: el fraude y la evasión no sólo restan recaudación, complicando la lucha contra el déficit; también significan una profunda injusticia, sobre todo en tiempos de crisis como la actual.
· Reconsiderar el sistema tributario actual: hay que analizar cuidadosamente cómo podría modificarse el actual marco de impuestos para lograr un difícil equilibrio entre mejora de la recaudación, la equidad y los incentivos para el cambio de modelo productivo.
· Los impuestos a las empresas se deben recaudar a partir de la riqueza creada y nunca sobre la riqueza potencial aun inexistente, la creación de empresas debe estar exenta de tributación inicial como impuestos de apertura y otros gravámenes de ese tipo.
· Debe introducirse la competencia en sectores aislados de la misma, como ciertos servicios. Hay que terminar con subvenciones que mantienen la actividad en determinados sectores de forma cara, ineficiente y, por tanto, insostenible a medio plazo.
· Debemos simplificar el marco regulatorio y apostar por la unidad de Mercados, un mercado de 45 millones de personas resulta más atractivo que múltiples mercados más pequeños.