La subdirectora general de Biodiversidad, Marta García Pérez, ha visitado las obras de adecuación de las Salinas de Marchamalo en Murcia, que finalizaron el pasado mes de septiembre y que han consistido en la instalación de una toma de agua de 200 metros de longitud, desde el Mar Menor para garantizar una lámina de agua continua en dichas Salinas. El proyecto, con una inversión de 236.000 euros, se inició en junio de 2010.
Las Salinas de Marchamalo se encuentran dentro del LIC "Espacios Abiertos e Islas del Mar Menor" y forman parte además de la ZEPA del Mar Menor. Están declaradas Paisaje Protegido y Área de Protección para la fauna del Mar Menor y sus humedales asociados, por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Entre la fauna destacable se encuentra el Fartet (Aphanius iberus), actualmente catalogado en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
El objeto final de los trabajos realizados ha sido mantener e incrementar las poblaciones de peces y aves acuáticas asociadas a esta zona húmeda en concreto la mejora de habitat del fartet.
La subdirectora General de Biodiversidad ha hecho entrega de la obra a Murcia, tal y como se establece en el Convenio de colaboración en el cual se enmarcan los trabajos.
Este Convenio de colaboración, firmado entre ambas Administraciones para la ejecución y coordinación de actuaciones en materia de protección del patrimonio natural y la biodiversidad, cuenta con una inversión total que realizará el MARM, a través de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal, de 11.984.308 € y que está financiado con cargo a los fondos FEDER.
Red Natura 2000
La Región de Murcia cuenta actualmente con el 23.50 % de su superficie incluida en la Red Natura 2000, se trata de una red ecológica de áreas para la conservación de la biodiversidad, y constituye, junto con la política nacional y autonómica de conservación de espacios naturales protegidos, la iniciativa más ambiciosa emprendida en el ámbito territorial de la Unión Europea para proteger el patrimonio natural comunitario y detener la pérdida de biodiversidad, por lo que se puede considerar como la piedra angular de la política de conservación de la naturaleza de la UE.
El propósito de la Red es asegurar la supervivencia a largo plazo de los hábitats naturales y las especies silvestres más destacados y amenazados de Europa. Representa, además, un elemento vertebral esencial en la ordenación y la gestión sostenible del territorio, muy ligada al futuro de las políticas de desarrollo rural.