Anualmente, unos 3.000 murcianos se ven afectados por un ictus, de los que el 25 por ciento fallece, el 42 mantiene buena calidad de vida y el 33 por ciento tiene secuelas con diverso grado de dependencia

El Programa de Atención al Ictus de la Región de Murcia permitió que unos 130 pacientes se beneficiasen del tratamiento por fibrinolisis en este último año de la implantación del Código Ictus

La Consejería de Sanidad y Política Social edita 3.000 guías, dentro del Programa de Atención al Ictus de la Región de Murcia, para desarrollar una intervención educativa con los familiares y pacientes con ictus. La consejera María Ángeles Palacios presentó esta iniciativa con motivo del Día Mundial del Ictus, que se celebra el próximo sábado.

Sanidad ha elaborado la 'Guía de manejo del Ictus para pacientes y familiares' en "estrecha" colaboración" con los profesionales sanitarios de los distintos hospitales de la Región, con los de la Oficina de Dependencia así como con los pacientes y familiares de enfermos de Ictus y con la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Murcia (Dacemur).

Palacios subrayó la "importancia" de que la guía cuente con un apartado destinado a explicar el procedimiento de acceso a las ayudas de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, ya que el ictus es una las enfermedades que con más frecuencia produce dependencia.

El objetivo de la iniciativa es contemplar el cuidado del enfermo tras la hospitalización, mejorar su calidad de vida y aportar pautas para reorganizar el domicilio. Para ello, la Consejería formará a 100 trabajadores de centros hospitalarios así como de Atención Primaria de la Región.

La consejera señaló que "los profesionales sanitarios tendrán un cometido relevante en esta tarea, ya que ellos serán los encargados de orientar e indicar a los familiares cómo implantar el cuidado en el núcleo familiar". En este sentido, precisó que las tareas "más exigentes" en la atención de enfermos de Ictus recaen sobre los familiares de los afectados porque esta patología supone una "readaptación" de la cotidianeidad.

Atención al Ictus

En la Comunidad cada año unos 3.000 murcianos padecen un ictus, de los que el 25 por ciento fallece, el 42 por ciento mantiene buena calidad de vida y el 33 por ciento tiene secuelas con diverso grado de dependencia.

Sanidad diseñó el Programa de Atención al Ictus de la Región de Murcia, con el que se trabaja en el Hospital Universitario Virgen de La Arrixaca y en el de Santa Lucía, para coordinar los dispositivos de Atención Urgente tras establecer el Código Ictus y garantizar una respuesta eficaz.

Palacios informó de que durante el último año, según los primeros datos provisionales, un total de 130 pacientes se han beneficiado del tratamiento por fibrinolisis, enmarcado en el Código Ictus. Esto, según indicó, "garantiza una asistencia homogénea y un tratamiento adaptado a cada situación particular".

La titular de Sanidad recordó la puesta en marcha, en octubre de 2010, de un nuevo procedimiento con el que se incrementó de tres a ocho horas el margen para aplicar el tratamiento a un enfermo de ictus. Todas estas actuaciones, puntualizó, están enmarcadas dentro del Plan de Salud 2010-2015, que se marca entre sus objetivos la reducción de la mortalidad por patologías de carácter isquémico por debajo de 50 por cada 1.000 habitantes.

Día Mundial de Ictus

La Consejería de Sanidad y Política Social se suma a la celebración del Día Mundial del Ictus, el próximo sábado 29 de octubre, bajo el lema 'Una de cada seis personas en el mundo sufrirá un Ictus. Podrías ser tú'.

La titular de Sanidad manifestó su solidaridad con aquellos enfermos y familias de la Región que padecen las consecuencias de esta patología e incidió en la "necesidad" de adoptar hábitos de vida saludables para evitar la aparición de factores de riesgo como el colesterol, la hipertensión o el sobrepeso, entre otros. Palacios concluyó que el ictus se presenta bajo diversas señales, que suelen ocasionar confusión, por lo que es "importante" sensibilizar a la población para que contacten con los servicios sanitarios cuando aparecen los primeros síntomas.