La temporada de reforestaciones en la zona de La Risca comenzó el domingo 9 de octubre, en la zona de La Risca en Moratalla. Con la ayuda de unos 50 voluntarios, de todas las edades, se plantaron 500 ejemplares de sabina albar (Juniperus thurifera) en antiguas tierras de cultivo, que recuperan así su carácter forestal.
Los voluntarios, cuya colaboración es imprescindible para poder llevar a cabo estas reforestaciones, pudieron disfrutar de la gratificante experiencia de plantar planta autóctona en un paraje con una gran belleza paisajística.
El buen tiempo acompañó la jornada, que culminó con una comida casera ofrecida por la asociación en agradecimiento al buen trabajo realizado por los asistentes.
La reforestación con Sabina albar responde a que esta especie conformaba antiguamente estos territorios, por lo que son consideradas como zonas potenciales para su desarrollo. La sabina albar es la especie idónea en dicho paraje, ya que está perfectamente adaptada a este tipo de suelos y al clima de la Región de Murcia. Además, esta especie está protegida y cumple una importante función ecológica y ambiental, siendo por ello una necesidad el expandir los escasos bosques de sabina existentes en la Región de Murcia.
Tanto la sabina albar como la sabina negral han salido exitosas en campañas anteriores ya que más de un 95% han enraizado con total normalidad y presentan un crecimiento óptimo en las zonas donde se ha reforestado.
Esta actividad está enmarcada dentro del Proyecto Nutria, una iniciativa de Ecologistas en Acción de la Región Murciana, que pretende conservar la Nutria (Lutra lutra), emblemática especie en peligro de extinción en la región. Para ello, además de reforestaciones en zonas de ribera y suelos forestales aledaños, la asociación ecologista también realiza labores de concienciación y divulgación de los importantes valores de los ecosistemas fluviales de la cuenca del Segura, así como de promoción de la participación social en la recuperación del buen estado ecológico del Río Segura y cursos de agua de la cuenca.
Al recuperar los amenazados bosques de ribera de la cuenca del Segura y exigir a las administraciones públicas un mayor y mejor control de vertidos y usos del agua de nuestros cauces, se favorece la recuperación del buen estado ecológico del río, y por tanto, la recuperación y expansión de la nutria.
Natalia Martín, coordinadora del Proyecto Nutria, anunció que a lo largo de este otoño se “realizarán diversas actividades de reforestación; abiertas a la participación de toda persona interesada en conocer y participar en la conservación de los altos valores de la cuenca hidrológica del segura”, por lo que animó a todo el mundo a participar en estas actividades, “tan necesarias como gratificantes”.