Analizar el papel de los responsables de Recursos Humanos en las empresas y su importancia en el seno de las organizaciones ha sido el objetivo de la VII jornada Mercer, celebrada con la colaboración de ENAE Business School. A la charla han asistido responsables de personal de algunas de las empresas más importantes de la Región quienes han aprovechado para intercambiar experiencias, ideas y conocimientos entre profesionales.
Los invitados al seminario han sido José Manuel Meca, consejero delegado de Auxiliar Conservera, y Sergio Elizalde, director general de Hero, quienes han debatido sobre la función de RR HH desde la perspectiva de la dirección general.
El primero en intervenir ha sido José Manuel Meca, quien ha desvelado el cambio significativo que experimentó Auxiliar Conservera al incorporar un departamento de RR HH profesionalizado. "El principal objetivo fue ordenar una organización dispersa, con muchos núcleos de poder, para lo cual se desarrolló un organigrama con las decisiones de cada puesto y la definición de tareas…" Otro de los aspectos clave que ayudó a liderar, según Meca, fue la estrategia para aumentar la productividad a través de los objetivos, y que pasase a formar parte de la cultura de la empresa, "algo que se realizó a través de un proceso participativo, con la implicación del personal y del comité de empresa".
En relación a los retos a los que se enfrentan los responsables de RRHH tanto José Manuel Meca como Sergio Elizalde han coincidido en señalar que tratan de asegurar que las organizaciones dispongan de las personas adecuadas, según las necesidades del negocio en cada momento. "Es esencial que sean personas, valientes, humanas y que sepan comunicar los cambios para que pasen a formar parte de la cultura empresarial. Además, deben saber retener y explotar el talento de la organización, así como atraerlo para lograr la supervivencia y competitividad de la compañía", ha asegurado Elizalde.
En relación a los trabajadores de otros países en los que tienen producción, Meca ha destacado la ilusión y el entusiasmo de los jóvenes al comenzar a trabajar, algo que quizás en España se haya perdido, y que se asume más como fracaso que como reto".
La crisis actual está obligando a las empresas a adaptarse, cada vez más rápidamente, a las necesidades cambiantes que el negocio requiera. "Por tanto, hay que identificar a las personas más reticentes al cambio y lograr su implicación, ya que pueden suponer un obstáculo para mejorar la competitividad de la compañía", ha incidido Elizalde.