El coordinador regional de UPyD, Rafael Sánchez, ha calificado la intervención de la CAM de desastre anunciado, pero, a la vez, ignorado voluntariamente por casi todos. Y ha criticado que tanto el PSOE como el PP hicieron oídos sordos a las proposiciones y mociones realizadas por UPyD solicitando la reforma del modelo de las Cajas de Ahorro.
Sánchez ha recordado que Rosa Díez presentó en el Congreso de los Diputados a mediados de 2009, una interpelación urgente al Gobierno sobre la necesidad de despolitizar los órganos de gobierno y la gestión de las Cajas, separar la obra social de la actividad bancaria y crear un nuevo Consejo Social Consultivo con presencia de las administraciones públicas “Tanto el PSOE como el PP desoyeron la moción, que incluso fue calificada por algunos de poco democrática.”, ha puntualizado Sánchez.
Sánchez señaló que la deficiencia en la gestión y el interés por “no soltar” el control político de las Cajas, no tiene colores políticos Y para avalar ese dato ha citado que al ejemplo de la intervención de la CAM, entidad ubicada en la Región de Murcia y Comunidad Valenciana, ambas gobernadas por el PP, se le puede contraponer en la comunidad castellano manchega, gobernada por el PSOE, el de Caja Castilla La Mancha, igualmente intervenida.
“Cuando, lamentablemente, el tiempo ha dado la razón a UPyD sobre la necesidad de la reforma, y el PSOE y el PP la han acometido, ésta se ha hecho también de forma deficiente por la tozudez e intereses políticos de los dos partidos a dejar de controlar los órganos de gestión desde las Comunidades Autónomas o los Ayuntamientos”, ha apuntado Sánchez.
Para UPyD los partidos políticos se han negado a despolitizar y a profesionalizar su gestión hasta que ha sido demasiado tarde: ahora hay que sanearlas de prisa y corriendo con más dinero público a un precio exorbitante, para malvenderlas después a precio de saldo a grandes bancos, o convertirlas en bancos privados sin la supervisión y el control necesarios.
“Estamos regalando a inversores privados el dinero de millones de ahorradores que también pagarán de su bolsillo –el dinero público- el saneamiento de entidades muy mal gestionadas por políticos, con criterios mucho más políticos que profesionales, sin que ahora parezca que vayan a asumir ninguna responsabilidad “, concluyó.