IU-Verdes de la Región de Murcia denunció hoy que la consejería de Educación ha reducido un 72 por ciento el presupuesto destinado al programa del bonolibro, al pasar de 18,3 millones de euros de dotación en el ejercicio 2010 a 4,2 millones para el curso escolar 2011-2012.
El responsable de Educación de IU-Verdes en la Región, Diego Reina, ha indicado que con esta disminución se demuestra "de forma fehaciente" las "mentiras" del consejero del ramo, Constantino Sotoca, quien aseguró que el cambio de funcionamiento del bonolibro "no afectaría a la cuantía".
"De una manera sucia y después de las elecciones, el Gobierno regional publicó el pasado 4 de junio la convocatoria del bonolibro, lo que desmiente a Sotoca y al director general de Recursos Humanos, José María Ramírez, cuando aseguraban una y otra vez que la reducción de las ayudas sería mínima".
A su juicio, el presidente del Ejecutivo murciano, Ramón Luis Valcárcel, "sigue así el camino marcado por la ley de Medidas Extraordinarias, reafirmada por el líder del PP, Mariano Rajoy, de dejar escuálida a la educación pública y desmantelar las ayudas sociales que perciben los ciudadanos".
Reina ha indicado que el descenso del presupuesto destinado al bonolibro también afectará a las familias con rentas muy próximas al salario mínimo interprofesional, ya que el límite para ser beneficiario se situará el próximo curso en una renta anual de 9.888 euros para familias con un solo hijo.
"Esto es un ataque inaceptable a los derechos sociales y a la calidad de la enseñanza pública como consecuencia de la nefasta política del PP", ha asegurado, tras señalar que ni Valcárcel ni Sotoca informaron de esta reducción durante la campaña electoral, y esperaron 13 días para publicarlo, "engañando así a los ciudadanos".
Ha agregado que el PP "cae de nuevo en la contradicción al apoyar al mismo tiempo las ayudas universales del anterior programa del bonolibro y ahora su práctica eliminación, como consecuencia de la crisis económica emanada del ladrillazo valcarciano".
Además, ha propuesto el préstamo de los libros desde los propios centros educativos, "y así conseguimos además de sensibilizar al alumnado en el respeto de lo que es común y público, que las empresas editoriales no hagan un negocio espúreo en colaboración con la consejería de Educación".