La Región de Murcia se adhirió esta semana a la firma de la Declaración de Almería, un documento reivindicativo elaborado por la Asociación de Regiones Europeas Productoras de Frutas y Hortalizas (Areflh), que reúne a 26 zonas de España, Francia, Italia, Portugal y Bélgica.
Dicho documento, firmado en Almería en el marco del II Foro Europeo de las Regiones Hortofrutícolas, recoge en diez puntos las necesidades del sector en Europa y las medidas que deben llevarse a cabo para su consolidación ante la próxima reforma de la Política Agraria Común, después de 2013.
El director general para la Política Agraria Común, Joaquín Maestre, que representó a la Región en la firma, explicó que el documento es definitivo y será trasladado a las autoridades comunitarias "para que conozcan el primer posicionamiento común del sector europeo".
El responsable autonómico aclaró que entre las propuestas contempladas en la Declaración de Almería destaca la creación de medidas para la defensa de las producciones europeas más sensibles respecto a los acuerdos comerciales suscritos con países terceros. También se plantean actuaciones que favorezcan las exportaciones europeas mediante una mayor reciprocidad en los requisitos de los intercambios.
El documento recoge la importancia de crear una política específica para el sector hortofrutícola con un presupuesto adecuado y la necesidad de mantener la Organización Común del Mercado (OCM), así como diversos mecanismos para fomentar la concentración de la oferta y la organización de la producción.
Asimismo, se propone una mejor planificación de los programas operativos, mayor transparencia en el ámbito comercial en cuanto a plazos y cumplimiento de los pagos, y una mayor certeza en los precios de venta en las transacciones con las grandes plataformas.
Maestre afirmó que para las regiones firmantes resulta "fundamental" impulsar la innovación como elemento central de las acciones del sector, así como coordinar esfuerzos para crear una imagen compartida.
Además, la puesta en marcha de un observatorio de mercado europeo controlaría, según el director general, la evolución de las producciones, y estimularía el relevo generacional y la formación de los trabajadores.