Los voluntarios de caridad de la diócesis de Cartagena se congregaron el pasado sábado en el Colegio de los Hermanos Maristas de la Fuensanta, para participar en el Encuentro Diocesano de Voluntarios de la Caridad convocado por el Sr. Obispo, Mons. José Manuel Lorca Planes. El acto contó con la asistencia de cientos de personas que trabajan desde las diversas áreas de pastoral, como son Cáritas, Manos Unidas, Jesús Abandonado… aquellas que se preocupan por los que viven situaciones de marginación, pobreza, enfermedad, drogodependencia, así como otras que se dedican a la atención de mujeres maltratadas o embarazadas que no quieren abortar. Un encuentro en el que, desde el comienzo estuvo presente la oración y en el que bajó el mismo Cristo en la Eucaristía que compartieron después de las palabras del Sr. Obispo.
Mons. Lorca Planes agradeció el trabajo y dedicación de todos estos voluntarios y destacó la importancia de esta labor, que por encima de todo nos recuerda la “dignidad de la persona humana”, en todos los aspectos, desde el momento de la concepción, pues “somos hijos de Dios en todas las etapas de la vida”. El Sr. Obispo aseguró que los que más se benefician son los mismos voluntarios, ya que tienen “la suerte de vivir el amor tal como lo pide el Señor”. “Vuestras obras os están enriqueciendo y haciendo cada día más grandes”- remarcó.
El Pastor de la Diócesis explicó que en un momento tan delicado como el que está viviendo la sociedad actual, “quien sale al encuentro de las necesidades que se plantean es la Iglesia”. En este sentido, subrayó que ante todo, es una obra de Dios, que en su providencia jamás les dejará solos. En este sentido, añadió que “Dios suscita en el corazón de otra gente, para salvarse, sentimientos de desprendimiento de las cosas”.
“La mayor pobreza que puede sufrir la persona es no conocer a Dios”- señaló Lorca Planes. Asimismo aseveró que “no nos bastamos a nosotros mismos” y que “necesitamos poner el corazón en Alguien que no sea sólo la cuenta corriente”. “Hace falta que el hombre se encuentre a sí mismo”- constató.
El Sr. Obispo reconoció que es cierto que no podemos llegar a todos los necesitados por nosotros mismos. Por eso, animó imitar a la Virgen María, acudiendo a Dios, que Él se encargará de proveer lo necesario. “En Cristo, Dios nos llama al verdadero desarrollo humano”-afirmó. Con todo, alegó que la clave de este desarrollo humano es la caridad. “La falta de fraternidad entre los hombres y los pueblos, realmente encuentra el remedio en la caridad”. “Nadie va a explicar mejor qué es el amor que mirando a Jesús”- apuntó. “Tenemos que ser hombres y mujeres de Dios”.
El Prelado recordó que el tema de la caridad se aborda también en el Plan de Pastoral, especificando el modo de ponerla en práctica, teniendo en cuenta siempre que “Dios es servicio”. El Sr. Obispo expresó que a través de la Pastoral Social de la Caridad “la Iglesia se hace presente en la sociedad”.