Ecologistas en Acción Región Murciana valora positivamente la medida anunciada por el Ministerio de Interior de reducción a una velocidad máxima de 110 km/h, y le anima a hacerla permanente, así como la propuesta anterior de reducir a 30 km/h la velocidad en zonas residenciales.
Esta organización ambiental lleva diez años pidiendo una limitación de la velocidad más estricta en autopistas, carreteras y ciudades por varios motivos. En primer lugar, porque supone un ahorro significativo del consumo de combustible, en segundo lugar por que la reducción de velocidad supone la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2, en tercer lugar supondría la reducción de las emisiones de contaminantes producto de la combustión del tráfico como dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) o micropartículas PM10 y PM 2,5; que afectan a la salud pública. Por último, sería un elemento de disminución de la contaminación acústica del tráfico y un factor coadyuvante en la moderación de la siniestralidad.
Todos estos motivos, llevan a Ecologistas en Acción de la Región Murciana a valorar positivamente esta medida. De hecho, esta organización ecologista lleva años reclamando que los límites de velocidad se reduzcan a 100 km/h en autopistas y autovías; 80-90 en carretera; que efectivamente se cumpla el límite de 50 km/h en grandes avenidas urbanas; y 30 km/h en zonas residenciales.
Efectivamente, reduciendo la velocidad se ahorraría petróleo. El transporte es una de las actividades más derrochadoras de energía y de mayor impacto ambiental. Consume el 40% de la energía, de la que un 85% corresponde a la carretera. Por ello, frenar el despilfarro energético en el sector pasa, entre otras medidas, por reducir las velocidades a las que se circula, ya que la máxima eficiencia energética de los automóviles se encuentra en torno a los 90 km/h.
Pero, al tiempo que se reduce el consumo de combustible petróleo, disminuyen también las emisiones de gases causantes del cambio climático, lo que nos permitiría reducir nuestra excesiva contribución a este gran problema global. Por otro lado, junto al dióxido de carbono, de los tubos de escape salen gases y partículas que perjudican a nuestra salud, y que se reducirían también con estas disminuciones de velocidad como se ha comprobado con numerosas experiencias.
Esto supondría también una reducción de los niveles de ruido en nuestras zonas metropolitanas como Murcia y su entorno Y, por último, pero no menos importante, sería un factor de disminución de la siniestralidad y la gravedad de los accidentes, que son proporcionales en número y magnitud a la velocidad de circulación. Por este motivo, Ecologistas en Acción se felicita de las medidas que ha anunciado el Ministerio de Interior, y demanda a esta institución y como a la administraciones regionales y locales a hacerlas permanentes e, incluso, a ser más ambiciosos en las limitaciones.