Izquierda Unida-Verdes ha afirmado hoy que la condena del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia a la consejería de Sanidad por la muerte de tres personas por legionela en 2001 pone de manifiesto una "actitud negligente" por la que el Ejecutivo murciano "tiene que pedir perdón".
El candidato de IU-Verdes a la presidencia de la Comunidad, José Antonio Pujante, ha dicho que en el trasfondo de este asunto "hay una responsabilidad política evidente", y ha asegurado que su formación política "tenía razón" cuando pidió la dimisión del entonces consejero de Sanidad, Francisco Marqués.
"El Gobierno regional tiene que pedir perdón por estos hechos a las familias de las víctimas y toda la ciudadanía murciana en general", ha concluido Pujante.