La Consejería de Agricultura y Agua, en colaboración con miembros de la Asociación Herpetológica Murciana (Ahemur) y del Programa de Voluntariado Ambiental, restaura diversas charcas en la zona norte del Parque Regional de Sierra Espuña para favorecer la expansión del sapo partero bético. Esta especies es la más reciente del género Alytes descrita para la ciencia en 1995, tras la realización de estudios genéticos que determinaron sus diferencias con respecto al sapo partero común.
El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, señaló que dicha especie es endémica de la Península Ibérica y "sus únicas poblaciones se encuentran en las provincias de Málaga, Granada, Jaén, Almería, Albacete y Murcia", concretamente en la comarca del Noroeste, en las sierras de Villafuerte, La Muela, Los Álamos, El Gavilán, Buitre y Revolcadores, situadas en los términos municipales de Caravaca de la Cruz y Moratalla.
En marzo del pasado año fue localizada una larva invernante de sapo partero bético en el Parque Regional por miembros de Ahemur. Fruto de las actividades de seguimiento de las poblaciones de anfibios en puntos de agua y mediante escuchas nocturnas, se localizaron otros tres ejemplares de esta especie en las inmediaciones de los Pozos de la Nieve y recientemente se localizó un nuevo ejemplar adulto en esta misma zona.
Pablo Fernández destacó que "una de las principales amenazas de esta especie catalogada como 'vulnerable' es la pérdida de hábitats por desecación de puntos de agua".
Por ello, la Consejería, en colaboración con el departamento de Zoología de la Universidad de Murcia, "lleva a cabo un estudio sobre el estado de conservación de los puntos de agua para la reproducción de anfibios en Sierra Espuña y el seguimiento de las poblaciones, fruto del cual se han desarrollado diversas actuaciones de mejora del hábitat, principalmente en puntos de cría como albercas y abrevaderos".
La actuación más reciente ha consistido en restaurar una charca situada en la cuneta de una pista forestal en la zona norte del Parque. Esta charca se ha generado por la acumulación del agua que rezuma un desmonte cercano, que presentaba un alto riesgo de ser pisoteada por grandes animales, como jabalíes y arruis, lo que provocaría la muerte de las larvas allí localizadas. "Para solucionar este problema se colocó una valle cinegética de protección que permite la entrada de animales pequeños", concluyó Pablo Fernández.