Un estudio nacido desde la necesidad de conocer cual es el estado en el que se encuentra el movimiento juvenil en la Región de Murcia. Una herramienta útil ya no solo para este Consejo, como organización que promueve y representa a las y los jóvenes participativos, si no que también debe de ser útil y tenerlo presente la propia Administración Publica con el fin de adecuar mejor las políticas de juventud a las necesidades reales de la juventud murciana.
Debemos de distinguir entre dos tipos de asociacionismo juvenil, uno que consta con una mayor estructura o que está más "institucionalizado" y otro más espontáneo y de base. El primero está más consolidado y organizado pero el segundo tiene una mayor componente formativa para sus miembros ya que tienen que recorrer el camino desde cero.
En la Región de Murcia hay 545 asociaciones que trabajan con jóvenes, de las cuales el 54.7% tienen menos de cinco años de antigüedad.
Las principales problemáticas y retos son los siguientes:
-Inexistencia de un modelo uniforme deasociacionismo y políticas públicas coherentes.
-Baja participación y valores no proclives de los jóvenes.
-Actuación pública poco adaptada.
-Recursos inadecuados o desconocidos y complejidad en el acceso a los existentes
-Gestión y comunicación interna deficitaria.
-Bajo nivel de cooperación y exceso de expectativas.
Por otra parte el estudio marca como principales recomendaciones las siguientes:
-Distinguir entre los tipos de asociaciones y apostar por el modelo de intervención.
-Aceptar el asociacionismo juvenil tal y como es, adaptando las políticas públicas de juventud.
-Conciliar la doble visión de técnicos y asociaciones, tendiendo hacia la “simplificación” de la iniciativa asociativa.
-Promover la puesta a disposición de recursos e infraestructuras eficaces.
-Poner en valor la formación a directivos de asociaciones.
-Fomentar la cooperación espontánea.
-Conseguir una mayor presencia de las mujeres jóvenes en puestos directivos.
-Reorientar la actividad y servicios del CJRM.
Las asociaciones de base pueden tener una vida muy corta, pero es su naturaleza y pueden ser fructíferas así. Destacar el papel de los emprendedores/as sociales, es decir, las personas con una especial motivación y carácter constructivo son las que mueven el tejido asociativo, arrastrando a la participación a su círculo social.
-Las administraciones deben tratar el asociacionismo juvenil adaptándose a su naturaleza en vez de tratar de forzar un modelo propio de otro tipos de movimientos asociativos, simplificando la burocracia, apoyando al asociacionismo más espontáneo que tiene menos estructura, aceptando formas de participación más informales, dotando de recursos útiles y adecuados,...
- Poner en valor el papel de los directivos/as de asociaciones juveniles y la formación que se adquiere estando vinculado a asociaciones de jóvenes. Hacer hincapié en el fomento de una mayor presencia de mujeres jóvenes en la dirección de asociaciones.