CONCLUSIONES DEL FAJG EN EL XXXIII ENCUENTRO DE JÓVENES GEÓGRAFOS SOBRE LA CONTROVERSIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN VALLADOLID EN SEPTIEMBRE DE 2010
Estudiantes de la Titulación de Geografía y jóvenes licenciados, reunidos en el Foro de Asociaciones de Jóvenes Geógrafos (FAJG) en Valladolid del 20 al 24 de septiembre, hemos participado en una serie de conferencias, salidas de campo, mesas redondas y debates para aprender, difundir y reflexionar sobre el tema de “la controversia del cambio climático”, de absoluta actualidad y una gran confusión e incertidumbre.
Según esto, en la Asamblea celebrada para clausurar este XXXIII Encuentro de Jóvenes Geógrafos (presidida por GEOMUR, la Asociación de Jóvenes Geógrafos de Murcia), los estudiantes y profesionales de la Geografía hemos alcanzado las siguientes conclusiones:
1.- Cambios climáticos han existido a lo largo de la historia del planeta Tierra, por motivos estrictamente naturales (según parece, debido principalmente a los llamados Ciclos de Milankovitch). Por ello, hablar actualmente de un cambio climático no es extraño ni catastrofista.
2.- Los periodos climáticos terrestres, por su progresiva evolución, deben contextualizarse en escala geológica y en ningún caso humana. Hacer, por tanto, cualquier tipo de afirmación sobre un cambio climático debe corresponder a profesionales del tema (geógrafos, físicos, climatólogos…) y, sobre todo, se debe hacer con mucha prudencia y sin dejarse llevar por experiencias personales y puntuales.
3.- Según la evolución climática de la Tierra, nos encontramos actualmente en el final de un periodo interglacial (cálido), que aproximadamente dura unos 20.000 años, entre periodos glaciales (más fríos) de unos 10.000 años. Hace unos 12.000 años que terminó la última glaciación, así pues, si estos ciclos se cumpliesen con ese mismo ritmo, deberíamos estar entrando en una glaciación.
4.- La transición entre periodos interglaciales y glaciales es muy progresiva, y se lleva a cabo mediante pulsaciones climáticas de pequeños periodos más fríos y más cálidos. Por lo tanto, tender hacia un calentamiento o enfriamiento climático no es suficiente para afirmar que existe un cambio climático, sino que hay que esperar más tiempo.
5.- Según parece, antes de entrar en un periodo glacial (frío), primero se produce una pequeña etapa cálida, de efecto invernadero seguido de efecto de “tapón” y reflexión hacia el exterior de la radiación solar. Esto significa que la tendencia actual hacia un calentamiento global parece lógica. Lo que no se sabe es si se está produciendo de manera acelerada a causa de la actividad humana y la emisión de gases cuyas proporciones altas provocan cambios atmosféricos notables y con consecuencias bioclimáticas significativas (efecto invernadero del CO2 que produce calentamiento, más vapor de agua en la atmósfera que teóricamente impedirá la pérdida de calor de la superficie terrestre por reflexión de la cobertera nubosa, aunque también la mayor densidad de nubes podría suponer una menor recepción de radiación solar, lo que enfriará la Tierra, etc.).
6.- Lo ideal es prevenir posibles problemas y para ello hay que recurrir a modelos climáticos predictivos, los cuales, desafortunadamente, nunca serán totalmente fiables debido a la naturaleza aleatoria y caótica de la atmósfera y, por extensión, del clima. Así pues, un modelo climático nunca puede ser tomado como una biblia.
7.- La sociedad mundial debe, por consiguiente, favorecer la investigación y el desarrollo de estos modelos para procurar hacerlos lo más fiables posibles, y para ello se debe invertir mucho más en I+D+i.
8.- En cualquier caso, lo que es innegable es que, con cambio o sin él, el clima siempre incide en el medio físico y la actividad humana, hecho por el cual debemos estudiar todos los riesgos potenciales que afectan a la sociedad, para actuar en consecuencia. La Naturaleza no se puede modificar infinitamente, pero sí podemos –y debemos- adaptarnos a ésta.
En definitiva, el cambio climático es un proceso natural y no tiene por qué ser negativo. La incertidumbre existe en el papel del ser humano, si realmente su actividad está acelerando el cambio o no llega a ser significativo. Hay que esperar más tiempo para obtener respuestas y confiar en los modelos predictivos, que hay que seguir desarrollando. Aun así, es conveniente limitar y racionalizar la emisión de gases de efecto invernadero para evitar posibles variaciones rápidas y extremas, siguiendo modelos de sostenibilidad. Reivindicamos, por tanto, que la sociedad y los gobiernos tomen en consideración todas estas conclusiones.
