La incineración no elimina los residuos, sólo los transforma y convierte en otro tipo de residuos, algunos potencialmente más peligrosos que los iniciales, y facilita su dispersión, principalmente en forma de cenizas y gases a través de la atmósfera.
El colectivo ecologista señala su apoyo total a la lucha vecinal de la ciudadanía de Alumbres para evitar la instalación de una planta de incineración de residuos tóxicos y peligrosos, que se pretende instalar en el Valle de Escombreras. Ecologistas en Acción demanda al Gobierno Regional y al Ayuntamiento de Cartagena que valoren negativamente la instalación de esta planta de quema de residuos tóxicos y peligrosos fundamentalmente por dos motivos:
1. El primero es que en el proceso de incineración se emiten un gran número de gases contaminantes. Algunos tan nocivos como son dioxinas y furanos, así como también emisión de metales pesados, potencialmente peligrosos para los trabajadores del Valle de Escombreras, la diputación de Alumbres y algunas zonas de Cartagena ciudad. Esto puede convertirse a medio plazo en un problema ambiental.
2. El segundo motivo es que la instalación de la planta de incineración se convertirá en un foco atractor para el traslado de los residuos tóxicos y peligrosos que se generan en otras comunidades autónomas con una mayor vigilancia ambiental y normativas más estrictas (País Vasco, Navarra, La Rioja).
Un ejemplo de la potencialidad peligrosa y contaminante de la incineración de residuos ha sido el cierre por la Dirección General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental de la Consejería de Agricultura y Agua, en el pasado 30 de julio, de una caldera de incineración de una planta química en Alcantarilla; por la superación de emisión de los valores límite de dioxinas y furanos. Ecologistas en Acción ha solicitado a la Consejería el expediente y el acta de inspección, y demanda la información sobre cuáles son las causas y si se han depurado las responsabilidades pertinentes.
En otro orden de cosas, Ecologistas en Acción se ha dirigido a la administración regional para pedir una lista de todas las infraestructuras de incineración; si éstas cumplen los valores limite de emisión e inmisión y si se desarrollan los Programas de Vigilancia Ambiental sobre estas infraestructuras.
En ese sentido, Ecologistas en Acción destaca que durante la incineración se generan flujos de emisiones contaminantes, tóxicas y nocivas para la salud y el medio ambiente y además se produce una contaminación de los suelos con toneladas de cenizas y escorias, residuos que están considerados como peligrosos ya que llevan un alto contenido en componentes tóxicos.
Ecologistas en Acción reclama que se respete el orden prioritario de tratamiento, la llamada jerarquía de gestión de los residuos marcada por la Unión Europea: 1º Reducción, 2º Reutilización, 3º Reciclaje; y donde enterrar en vertedero o incinerar suponen la peor y menos deseable solución a adoptar. Siendo especialmente necesario la observación de esta jerarquía de gestión en el caso de los residuos peligrosos y para los grandes flujos de residuos (como los Residuos Sólidos Urbanos).
La asociación ecologista considera que se debería trabajar más desde las instituciones públicas en la prevención de residuos y la promoción del reciclaje, puesto que se ha demostrado que son los mas eficaces para promover cambios en los comportamientos de los diferentes agentes (productores, consumidores…), sector con un importante yacimiento de empleo. En este sentido, sería imprescindible incorporar una tasa ambiental para los residuos destinados a incineración o a vertido (“quien contamina paga”), ya que son tratamientos totalmente insostenibles, que suponen la creación de un gran problema, con un alto coste económico y ambiental, tanto para nuestra generación, como para las generaciones futuras, y que por lo tanto debería desincentivarse.