El SEPRONA halló 34 lazos de acero estratégicamente colocados en el terreno cinegético, así como cuatro animales muertos como consecuencia de los mismos.
En el mes de abril de 2009 agentes medioambientales de la CARM ya habían encontrado cebos envenenados y varios animales muertos en el mismo acotado, situado en el interior de una ZEPA.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, en la denominada“OPERACIÓN LAZO” desarrollada durante las últimas semanas, han detenido a F.T.F., de 53 años de edad, y vecino de El Pilar de la Horadada (Alicante) y a J.A.L.C., de 37 años de edad, y vecino de San Javier (Murcia), como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la fauna, por el empleo de artes de gran eficacia destructiva para la fauna en el interior de un coto privado de caza sito en el término municipal de Murcia, en concreto en el interior de la Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) denominada “Monte el Valle y Sierras de Altaona y Escalona”, donde hay censadas diversas poblaciones de especies protegidas, como el Búho real (“Bubo bubo”) y el Águila real (“Aquila chrysaetos”).
Según las investigaciones practicadas por el SEPRONA, en dicho acotado se emplearon para la captura de especímenes de la fauna depredadora de las especies cinegéticas, lazos metálicos sin freno, de los cuales la Guardia Civil llegó a encontrar 34 unidades estratégicamente colocadas en los lugares de pasos de los animales, los cuales, una vez atrapados, acabaron muriendo por estrangulamiento o rematados con arma de fuego o a golpes, según la necropsia realizada a los cadáveres, concretamente un perro, dos zorros y un tejón.
Se da la circunstancia de que en el mes de abril de 2009, agentes medioambientales de la Dirección General de la Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia –que ha colaborado con el SEPRONA en el esclarecimiento de los hechos– encontraron dieciocho cebos envenenados –otro arte prohibida para la caza– en el interior del referido acotado, así como varios animales muertos presumiblemente como consecuencia de su ingesta (una culebra bastarda, tres lagartos ocelados y un ratón de campo).
El uso de lazos sin freno o de cebos envenenados con la finalidad de capturar piezas cinegéticas o de eliminar los predadores naturales de las mismas en el medio natural, puede afectar gravemente a la fauna silvestre, en muchos casos protegida, así como a los animales domésticos.
La legislación en materia de patrimonio natural y biodiversidad prohíbe la tenencia, utilización y comercialización de todos los procedimientos masivos o no selectivos para la captura o muerte de animales, entre los que se encuentran el uso veneno y de lazos sin freno. Los animales que quedan atrapados en estos últimos acaban muriendo por estrangulamiento al intentar escapar del lazo, o bien como consecuencia de las graves heridas que se producen por la misma causa o, en última instancia, de inanición. No obstante, si el infractor encontrara antes de todo ello al animal atrapado, es habitual que lo remate con arma de fuego o a golpes.
El vigente Código Penal impone sanciones de prisión de hasta dos años de duración, multas e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar de hasta tres años, para los autores de este tipo de delitos.
Las actuaciones practicadas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Murcia en funciones de guardia, así como en la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.