La obtención de nuevas variedades evitará la dependencia de obtentores extranjeros a los que hay que pagar royalties
La cereza muy tardía, destacó el consejero, "puede beneficiarse de unos precios ventajosos, aunque no tanto como la temprana"
El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, destacó hoy que en 2010 se plantaron 2.500 genotipos de cerezo obtenidos por cruzamiento entre variedades de la especie, dentro del programa de mejora genética que lleva a cabo el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), y cuyo objetivo “es la obtención de nuevas variedades de cerezo que sean autofértiles y con bajas necesidades de frío”, señaló Cerdá.
El programa se inició en 2006 y al año siguiente se plantaron las primeras 200 plantas. Las nuevas variedades “evitarán la dependencia de obtentores extranjeros a los que hay que pagar royalties”, resaltó Cerdá en la presentación de las primeras cerezas recolectadas en el invernadero experimental del IMIDA, en La Alberca. Las variedades recolectadas son de media estación y su calidad es superior a las tempranas que aparecen en el mercado.
A pesar de su maduración más tardía, se han adelantado en el invernadero sin necesidad de calefacción, con respecto a las primeras cerezas que se cosecharán en árboles plantados en cultivo tradicional al aire libre. La estrategia de cultivo consiste en cubrir el invernadero cuando se consideran satisfechas las horas de frío, que en La Alberca suelen ser escasas. En tales condiciones se observa una producción escalonada de flores y hojas, lo cual es habitual en especies frutales en condiciones de poco frío.
Para el cerezo, especie en la que el fruto tiene una corta duración desde que florece hasta que se recolecta, la aparición de hojas puede tener la ventaja de una mejor nutrición de los primeros frutos cuajados, que son los que antes saldrán al mercado.
Este año la primavera presenta bajas temperaturas, lo que ha retrasado la evolución del crecimiento y maduración de las cerezas. El aumento de temperaturas en invernadero ha adelantado de forma significativa la cosecha.
El consejero destacó “la viabilidad del cultivo del cerezo en condiciones de invernadero en diversas zonas de la Región” y recordó que en 2009 se construyó un invernadero en la finca Toli, en Jumilla, sobre una plantación adulta que dará sus primeros frutos este año, y otro en la finca experimental ‘El Chaparral’, con diversas variedades de cereza de potencial interés.
Programa de trabajo
El programa de trabajo que desarrolla la Consejería, a través del IMIDA, sobre la introducción del cerezo como cultivo alternativo en diversas comarcas de la Región, arroja datos sobre el comportamiento de unas 70 variedades. La Consejería firmó convenios de colaboración con Hungría y Bulgaria para experimentar en las condiciones de la Región las nuevas obtenciones de estos países.
El IMIDA, en coordinación con la dirección general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, también controla ocho plantaciones de referencia con variedades de cerezo ubicadas en Torreblanca, Cieza, Moratalla, La Alberca, Ulea, La Aljorra y Campotéjar, así como dos parcelas de seguimiento ubicadas en Bullas y Jumilla y otras cinco de observación en Abarán, Moratalla, Inazares y Cehegín. También se han establecido tres colecciones de cerezo, ubicadas en La Alberca, El Chaparral y Jumilla, respectivamente.En todas estas parcelas experimentales se utilizan las técnicas más eficientes de riego por goteo.
Por último, Cerdá señaló que “la cereza tardía también puede tener su sitio en zonas altas de la Región, que cuentan con mayor disponibilidad de agua”. La cereza muy tardía “puede beneficiarse de unos precios ventajosos, aunque no tanto como la temprana”, concluyó. La producción de cereza en la Región ronda actualmente las 900 toneladas.