Señala que el Gobierno socialista “lejos de resolver el déficit hídrico estructural de la cuenca del Segura, tiene como único objetivo condenar a la Región de Murcia a la ruina y a la sequía permanente”
La portavoz del Gobierno regional, María Pedro Reverte, afirmó hoy que “cada vez se hace más difícil compatibilizar ser socialista y ser murciano”, incompatibilidad que consideró “aún más evidente en materia de agua”.
Reverte analizó la dimisión de José Salvador Fuentes Zorita como presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, que achacó a la “desastrosa política hídrica para la Región” del presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero.
María Pedro Reverte señaló que el Ejecutivo murciano “respeta las decisiones que se tomen por otras administraciones en cuanto a nombramientos y ceses”, aunque resaltó que “lo llamativo no es la renuncia de Fuentes Zorita, sino la continuidad de sus compañeros de partido en la Región, a pesar de los continuos ataques de Zapatero a nuestra tierra”.
La portavoz murciana subrayó que Zapatero “se estrenó en La Moncloa con la derogación del trasvase del Ebro, después modificó la ley del Plan Hidrológico Nacional “para que fuéramos cambiando agua trasvasada por desalinizada”, y se inventó el Plan Agua, “un auténtico fiasco que en ningún modo soluciona las necesidades de agua de la Región”.
La reserva hídrica de 4.000 hm3 amenaza de muerte el Tajo-Segura
Reverte calificó de “lamentable y vergonzoso” que el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura, fuera “cómplice y coejecutor” de ambas modificaciones legislativas, “absolutamente contrarias a los intereses de todos los murcianos”.
A juicio de la consejera, “la gota que ha colmado el vaso ha sido la aprobación por los diputados socialistas en la ponencia del Estatuto de Castilla-La Mancha en el Congreso de una reserva para esa comunidad de 4.000 hectómetros cúbicos, que amenaza de muerte el trasvase Tajo-Segura”.
Reverte indicó que esa reserva es “una muestra más de la nefasta política hídrica” del Gobierno de Rodríguez Zapatero, que “lejos de resolver el déficit hídrico estructural de la cuenca del Segura, tiene como único objetivo condenar a la Región de Murcia a la ruina y a la sequía permanente”.