Desde ASAJA Murcia se está abogando por reprochar la falta de medidas de Administración central para dar freno a la caída de la rentabilidad del sector agrario, que ha visto cómo sólo en los dos últimos años el número de productores españoles se ha reducido un 50%, “viéndose afectados por una grave crisis estructural todos y cada uno de los subsectores que conforman el sector agrícola”, según ha puesto de manifiesto su secretario general, Alfonso Gálvez Caravaca.
El primer paso que ASAJA Murcia cree que se tiene que dar es “reconocer la difícil situación por la que atraviesa el sector agrario, que es innegable, y así poner en marcha soluciones o al menos buscarlas, y para eso está la Administración”, según afirma el titular de esta organización profesional agraria, Alfonso Gálvez Caravaca.
Hace varios meses que comenzaron las negociaciones tras la multitudinaria manifestación del 21 de noviembre en Madrid, “negociaciones para dar solución a la crisis del campo y que hasta ahora siguen sin dar los resultados esperados”.
“Necesitamos sistemas impositivos que se adapten a la situación del campo, a la realidad, y que se eviten comentarios demagógicos y la mayoría de las veces poco acertados de los responsables de la Administración que tienen como misión defender al campo”, tal y como asegura Gálvez Caravaca.
“Igualmente queremos recordar que para buscar soluciones estamos todos los que trabajamos para el agricultor, y desde ASAJA Murcia esperamos que así sea y que los políticos dejen de vivir ajenos a este sector”.
En España, “nos encontramos que los agricultores no tenemos ninguna propuesta de nuestro Gobierno a grandes superficies para vender el producto autóctono con un mayor margen para el productor, o para reducir costes en la cadena comercial, en transporte etc., o para que el consumidor español conozca el origen de los productos y consuma el producto nacional”. Para ASAJA Murcia se necesitan crear alianzas entre las cadenas de distribución y las comercializadoras en origen para conseguir unos precios justos para todos, con márgenes razonables y evitando así la especulación.