El presupuesto para la actual campaña alcanza los 500.000 euros y la superficie de actuación inicialmente prevista supera 12.000 hectáreas
La Consejería de Agricultura y Agua ha iniciado una serie de reuniones informativas con los viticultores enclavados en la Denominaciones de Origen Jumilla, Yecla y Bullas, para exponer los resultados de la campaña de control de plagas en el viñedo de vinificación mediante la técnica de confusión sexual, que se implantó por primera vez en 2005, así como los pormenores de la actual campaña.
El director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, se reunió el pasado 26 de enero con los viticultores de Yecla, el 28 de enero con los de Jumilla y el próximo 2 de febrero lo hará con los de Bullas.
La principal actuación es el control de la plaga denominada ‘Lobesia botrana’, más comúnmente conocida como polilla del racimo, ya que las larvas de esta especie se alimentan de las bayas de los racimos con la consiguiente pérdida de cosecha.
Para combatirla se emplea la técnica de confusión sexual, consistente en liberar en el ambiente la hormona sexual de esta especie, a través una serie de difusores instalados estratégicamente en los viñedos. Con ello se logra confundir a los machos y evitar el apareamiento con las hembras, lo que consigue que las puestas realizadas no sean viables.
García Lidón señaló que el empleo de esta técnica “supone desterrar las aplicaciones químicas para el control de dicha plaga, con lo que se reduce de forma significativa el contenido de residuos en cosecha”. Destacó asimismo que “las actuaciones en este cultivo se deben mantener por el interés del sector vitícola, toda vez que ha quedado demostrada la eficacia de este método, sus beneficios para el medio ambiente y la propia salud de agricultor, así como su viabilidad económica”.
El presupuesto para la actual campaña alcanza los 500.000 euros y la superficie de actuación inicialmente prevista supera las 12.000 hectáreas. El director general añadió que “la Consejería de Agricultura y Agua, en la medida de sus disponibilidades presupuestarias, seguirá apoyando la continuidad de este método no químico”. En este sentido, animó a los viticultores a “realizar un esfuerzo económico para continuar con la implantación de este sistema respetuoso con el medio ambiente”.