El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón, presenta mañana (a las 12:00 horas en la Consejería de Cultura y Turismo, plaza Julián Romea, 4, en Murcia) al artista Jimmie Durham, autor de la primera exposición del Proyecto de Arte Contemporáneo (PAC 2010) que se inaugura el próximo lunes bajo el título ‘Dominó Caníbal’ y que comisaría Cuauhtémoc Medina. (Tras la presentación, los medios que lo soliciten previamente podrán entrevistar individualmente al artista, para lo que deberán escribir un correo a la Consejería de Cultura y Turismo, a mpilar.lopez5@carm.es).
Por la tarde, a las 18:30 horas, Jimmie Durham impartirá una charla dentro del programa ‘Conversaciones PAC’ que se desarrolla de forma paralela en el centro de Documentación y Estudios Avanzado de Arte Contemporáneo, (Cendeac).
Jimmie Durham es escultor, ensayista y poeta, su vida y obra ha estado definida por la oscilación entre el arte, la reflexión y la política. A principios de los 80, Durham volvió a poner el centro de su atención en la producción de arte, donde intervino de modo decisivo en la emergencia de las nuevas prácticas y críticas postcoloniales que redefinieron tanto la geografía como el vocabulario y la agenda del arte global.
Si bien su trabajo de escultor involucra la articulación de estrategias que se ligan con varias fases del arte moderno y contemporáneo (el ensamblaje de desechos y objetos encontrados, la intervención espacial, simbólica y textual del espacio de la instalación artística y la producción de proyectos específicos, acciones y documentación en vídeo y fotografía), gran parte de su trabajo plantea lo mismo un desafío a la representación tradicional de “lo indígena” como una continua interrupción del espacio discursivo occidental estético e institucional.
De hecho, su carrera como artista ha implicado el doble exilio del desvío de la militancia organizativa y su ausencia de Los Estados Unidos. De 1987 a 1994 se trasladó a Cuernavaca, México, y a partir de mediados de los años 90 ha migrado sucesivamente entre varios países de Europa.
Comprometido con la trayectoria de las luchas anticoloniales, lo mismo que con la incertidumbre que representa la condición del arte dentro de la maraña de los conflictos y poderes de lo postcolonial, Durham aparece frecuentemente como un artista del sabotaje sutil de sistemas de pensamiento y cultura contemporáneos, el investigador que desde la ironía y el choque de valores culturales, interrumpe la lógica de centurias de sujeción y poder.
A su manera, es el ejemplo decisivo de la función del artista como trickster: el personaje que mediante el ingenio, el truco o la broma reveladora hace que tomemos conciencia de lo institucionalizado.
