Tras la inevitable y esperable rotura, la semana pasada, del cuadro eléctrico del IES “Los Molinos” del Barrio Peral de Cartagena que dejó helada a la comunidad educativa de ese centro, otra comunidad escolar, esta vez la del IES de la localidad cartagenera de La Palma ha decidido emprender movilizaciones, que comenzaron con la suspensión de las clases de 14 a 14:30 el pasado viernes 15 de enero, para no tener que llegar a esa misma situación.

El sistema de calefacción eléctrica es el mismo para ambos centros y sus consecuencias también: no calienta y genera facturas de más de tres mil euros mensuales; algo insostenible para un centro educativo. Además los resfriados se convierten en algo frecuentes en la comunidad educativa. La conclusión de esta situación es que trabajar y estudiar en estas condiciones repercute muy negativamente tanto en la salud como en el rendimiento escolar.

La Dirección General de Centros de la Consejería de Educación fue avisada a principios de 2009 de la situación del IES de La Palma, recibiendo el centro la callada por respuesta. El servicio de Inspección Educativa realizó un informe donde se recogían las deficiencias del centro, que además del cambio de sistema de calefacción necesita el sellado de juntas para impedir la entrada de la lluvia y de aire y la pérdida de calor. Por lo que la Consejería de Educación está doblemente avisada de esta insostenible situación cuya solución le compete. Esta semana, un miembro del Gabinete de prevención de riesgos laborales de la Federación de Enseñanza de CCOO visitará el IES para evaluar esta situación, que será debidamente denunciada en las instancias administrativas correspondientes.

Este tipo de calefacción eléctrica, que padecen ambos institutos, estuvo de moda a finales de los años 90 y se impuso en la construcción de nuevos centros educativos. Su resultado ha sido desastroso y la Consejería de Educación está permitiendo que se despilfarre el dinero público en una calefacción que no calienta, que es altamente contaminante y resulta, a la postre, muy cara. Este modelo no es, por tanto, sostenible ni económica ni medioambientalmente.

CCOO urge a la Consejería de Educación a sustituirlo de forma inmediata por otro en todos aquellos centros que los tienen instalados y apoya las movilizaciones de padres, profesorado y alumnado en tanto no se les dé soluciones inmediatas.