El director general de Carreteras, José Guijarro, informó hoy sobre el balance de instalación de barreras de protección de motoristas en tramos de la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia durante el año 2009, que ha supuesto que se sumen más de 17.000 nuevos metros de este dispositivo de seguridad para los conductores de estos vehículos.
Según manifestó el director general, “el Ejecutivo murciano es consciente del gran número de conductores de motocicletas que hay en la Región, y del riesgo añadido que estos tienen en caso de accidente, por lo que la instalación de barreras de protección homologadas en nuestras carreteras se ha convertido en un objetivo prioritario durante los dos últimos años”.
En total, se han dispuesto 338 nuevos tramos de barreras de protección de motoristas en curvas pronunciadas de 34 carreteras de la red autonómica, lo que permitirá evitar amputaciones en caso de siniestro. “Ésta es una medida de seguridad con la que ya cuenta más del 90 por ciento de las carreteras regionales en alguno de sus tramos”, afirmó.
El director general apuntó que el Plan de Seguridad Vial 2009 “ha incidido especialmente en la adaptación de las infraestructuras viarias a la circulación de motocicletas, y ha aumentado la protección de los conductores mediante la instalación de barreras de última generación. Esto ha sido posible gracias a la dotación presupuestaria del plan, que se ha multiplicado por cuatro en los últimos dos años”.
“De esta forma, y tras un exhaustivo análisis de los puntos donde era más necesario este refuerzo, estamos desarrollando acciones puntuales en las zonas donde se ha detectado un mayor riesgo de accidente, como curvas peligrosas, considerando la velocidad, el radio de curva y la inclinación de la rasante, para que la instalación de las barreras resulte más eficaz”, explicó.
Apuesta por la innovación
Las barreras de protección de motoristas instaladas en las carreteras murcianas están homologadas. Algunas de ekkas han sido fabricadas con resinas y refuerzos de fibra de vidrio, al igual que los cascos de Moto GP y F1, lo que les confiere una flexibilidad que disipa la energía del impacto mediante la deformación de la barrera de protección.
Este novedoso sistema, que el Gobierno regional ha dispuesto en franjas de color blanco y rojo para alertar a los conductores sobre la presencia de la curva, reduce la fuerza del choque del motorista e impide también que el cuerpo salga despedido por la parte inferior de la barrera de seguridad.