Madrid/Murcia, 21 dic (EFE).- De enero a septiembre de este año se han producido 2.532 rupturas matrimoniales en la Región de Murcia, de las que 719 corresponden a los meses de julio, agosto y septiembre.
En España cada día se producen 333 rupturas matrimoniales, según un informe del Instituto de Política Familiar, que explica, con datos del Consejo General del Poder Judicial, que durante los nueve primeros meses de este año se registraron un total de 89.883.
De este total, 83.616 fueron divorcios, 6.145 separaciones y 122 nulidades, por lo que -pronostica- a finales del 2009 se superarán las 122.000 rupturas familiares.
El informe destaca que, durante el tercer trimestre de 2009, descendieron un 3,2 por ciento con respecto al mismo periodo de 2008, ya que hubo 25.584 rupturas.
De ellas, 23.858 fueron divorcios, 1.697 separaciones y 29 nulidades.
La mayoría de las rupturas en 2009 fueron divorcios, el 93 por ciento, y cuatro de cada diez se produjeron de manera no consensuada, señala el informe del Instituto de Política Familiar.
Por Comunidades Autónomas, Andalucía, con 4.806 rupturas, y Cataluña, con 4.766 rupturas, son las que registran un mayor número en el tercer trimestre del 2009.
Les siguen Madrid (3.733) y Comunidad Valenciana (2.988).
Por el contrario, La Rioja (155 rupturas), Navarra (262), Cantabria (302) y Extremadura (392) son las comunidades autónomas con menor número.
En el tercer trimestre del 2009, añade el Informe, se produjeron 10.216 rupturas no consensuadas, lo que supuso el 40% de las mismas.
Andalucía fue la comunidad donde se produjeron mayor número de rupturas conflictivas, el 49,3% de ellas, seguida de Murcia (48,5%), Canarias (45,8%) y Galicia (45%).
Para el presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder, "la ruptura familiar continúa siendo el principal problema de las familias españolas, mientras las administraciones no están haciendo prácticamente nada para ayudar a resolver" esta situación.
"No se está preservando el derecho de los padres a la estabilidad conyugal.
Y es que el derecho a la estabilidad conyugal, y más especialmente para los matrimonios con hijos y en situaciones de conflictividad o crisis, debe ser una tarea fundamental de las administraciones, que no pueden seguir ignorando este dramático problema", añade.