El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, firmó hoy un protocolo por el que se adhieren nuevas empresas al convenio de colaboración para el mantenimiento del sistema regional de prevención y vigilancia de la contaminación atmosférica. Se han adherido un total de 45 empresas, que en el período 2009-2011 aportarán un total de 1.200.000 euros.
La normativa legal establece que los titulares de las instalaciones potencialmente contaminadoras de la atmósfera están obligados a realizar controles de sus emisiones y, cuando corresponda, de la calidad del aire. Por tal motivo, Cerdá destacó la ventaja de este sistema “que evita a las empresas tener que invertir en equipos propios”.
A mediados de la década de los noventa se establecieron los primeros convenios de colaboración, con la participación de ocho grandes empresas, que posteriormente se incrementó hasta 16 empresas. Cerdá calificó este tipo de convenios como “experiencia única en España” y su objetivo es gestionar las obligaciones de las actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera en vigilancia de la calidad del aire, por medio del sistema público implantado en la Región.
Ello permite mantener bajo el control de la Administración las condiciones técnicas y de calidad de datos requeridas por las directivas europeas de calidad del aire, repercutiendo los gastos de explotación de la red entre las empresas potencialmente contaminadoras de la atmósfera, bajo el principio de eficiencia económica y eficacia técnica. De esta forma se evita la proliferación de estaciones de vigilancia privadas que serían -apuntó Cerdá- “de difícil control en la explotación de los datos y generarían un mayor gasto de inversión y mantenimiento a cargo de las empresas”.
Cerdá destacó asimismo que “la red pública de vigilancia atmosférica es más fácil de gestionar técnicamente que otras redes que dispongan de estaciones privadas, debido a que se unifican los criterios de explotación ante la complejidad de elementos a considerar en estos sistemas, desde la representatividad de las zonas de ubicación hasta los requerimientos de precisión, exactitud, validación de datos y comunicaciones que implican estos sistemas en continuo”.
En la actualidad participan en el mantenimiento de la citada Red de Vigilancia todas las actividades industriales más importantes de la Región. Las empresas, añadió el consejero, están de acuerdo en que este sistema de contribución les permite cumplir con sus obligaciones a un coste razonable.
Red de vigilancia
La ‘Red Regional de Vigilancia de la Calidad del Aire’ es una estructura técnica implantada en la Región en 1977. Desde entonces ha ido evolucionando hasta convertirse en una red tecnológicamente moderna. Actualmente cuenta con diez estaciones de vigilancia, una estación de fondo y dos unidades móviles. A estas se suman los sistemas modelizados de previsión meteorológica que convierten a la red en un instrumento eficaz, no sólo para el cumplimiento de los requerimientos de vigilancia e información sobre la calidad del aire, sino como un elemento de control de las instalaciones industriales, que permite la actuación en plazos cortos, por parte de la autoridad ambiental, en situaciones de contaminación.
La implementación de nuevos sistemas de vigilancia y de predicción a la Red Regional de Vigilancia de la Calidad del Aire y su extensión a todo el territorio regional –concluyó Cerdá- “generará un mejor conocimiento de la situación de la calidad del aire y permitirá disponer de predicciones que faciliten adoptar por parte de la Administración regional las actuaciones necesarias para cumplir los objetivos de calidad del aire”.