Cada puerto regional dispone de su propio Plan Interior de Contingencias que establece la realización de simulacros anuales
La Dirección General de Transportes y Puertos de la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio ha adquirido cuatro lanchas neumáticas para actuar de forma rápida y precisa en caso de eventuales incidencias en los puertos regionales, que además permitirán también otro tipo de intervenciones, como de salvamento, vigilancia o inspección de obras e infraestructuras en el interior de las instalaciones portuarias.
Las embarcaciones, de tipo insumergible y dotadas de potentes motores, hacen posible un ágil desplazamiento por las costas de la Región, ya que, según señaló la directora general de Transportes y Puertos, Carmen Sandoval, “están localizadas en cuatro puntos estratégicos del litoral regional, en los puertos gestionados directamente por la Comunidad Autónoma: San Pedro del Pinatar, Cabo de Palos, Mazarrón y Águilas”.
Estas embarcaciones ligeras podrán realizar las primeras operaciones en diferentes intervenciones, como pueden ser las correspondientes a vertidos accidentales de hidrocarburos, y realizar el tendido de barreras de contención y de absorción contempladas en los planes de contingencias. “La lucha contra la contaminación del medio marino requiere de un sistema de respuestas definido y conciso, de forma que podamos garantizar las mejores condiciones para el litoral regional en caso de contingencias o siniestros”, declaró Carmen Sandoval.
La directora general recordó que “cada puerto deportivo dispone de su propio Plan Interior de Contingencia por contaminación marina accidental, donde queda establecido el protocolo de actuación a seguir, la composición de los órganos de dirección en caso de emergencia, así como un inventario de medios y recursos disponibles”, de tal forma que la Región de Murcia se sitúa dentro de los estándares internacionales de calidad en la prevención del riesgo por contaminación marina accidental.
La directora general destacó que las personas a cargo de estos medios tienen los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para realizar estas tareas. Estos profesionales participan en los cursos de formación que continuamente se desarrollan “y al menos, una vez al año, tiene lugar un simulacro que, sin previo aviso de fecha ni hora, les sirve como entrenamiento, así como para extraer conclusiones y corregir posibles deficiencias o inadecuaciones del propio material”.