Murcia, 1 ago (EFE).- Más de un millar de fieles y autoridades eclesiásticas, militares y civiles han arropado hoy al nuevo obispo de la diócesis de Cartagena (Murcia), el murciano José Manuel Lorca Planes, que en su primera homilía ha invitado al Papa a venir a esta región, cuyos "hombres y mujeres, siempre, y hoy, tienen el corazón muy grande".
Flanqueado por el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco; el prefecto de la congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, Antonio Cañizares, y los nuncios del Papa en España, Manuel Monteiro, y Eslovenia, Santos Abril, Lorca Planes, que abandona la diócesis de Teruel y Albarracín, tuvo palabras de recuerdo para su inmediato antecesor en el cargo, Juan Antonio Reig Pla, que arrancaron aplausos de los presentes.
Un grupo de fieles de Cartagena profirió vivas a Reig Pla, ahora obispo de Alcalá de Henares (Madrid) a la entrada a la catedral de Murcia de Lorca Planes y la comitiva que completaban 4 arzobispos y 20 obispos españoles, mientras sostenían pancartas que reivindicaban que la sede del obispado volviera a la ciudad que le da nombre y que abandonó por bula papal en 1289 para trasladarse a Murcia capital.
"¿Cuánto más necesita Cartagena para que su propio obispo la respete? ¡No existe bula papal que autorice su traslado!", podía leerse en una de las dos pancartas, cuyos portadores, que llegaron a tocar una sola vez una estruendosa bocina durante la ceremonia de entrada en la diócesis de su nuevo obispo, fueron contestados por otros fieles con varios sonoros "Bienvenido, José Manuel".
Un incesante aletear de abanicos mitigaba el sofocante calor que reinaba en la catedral, donde fueron colocadas varias grandes pantallas de vídeo para que los presentes en el interior y en el exterior del monumento pudieran seguir los detalles de la ceremonia que se desarrolló en el altar mayor por espacio de unas dos horas.
Antes de que Lorca Planes, que hizo traer el Cristo de la Salud de la iglesia de la pedanía murciana de Espinardo donde fue bautizado, recibiera el báculo y la mitra que lo convertían en nuevo obispo de Cartagena, Monteiro ha destacado las "probadas dotes y virtudes sacerdotales del hijo de esta hermosa tierra" en su etapa al frente del obispado de Teruel, desde donde ha venido a Murcia un grupo de unos 50 fieles, encabezados por el alcalde, Miguel Ferrer.
Lorca Planes agradeció a Benedicto XVI esta "responsabilidad tan hermosa", que será para aquél "una aventura difícil" para la que quiere contar con "ayuda, colaboración, fraternidad, amistad y palabras de ánimo" como las que ha asegurado venir recibiendo desde que fue nombrado obispo por la Santa Sede, el pasado 18 de julio.
Los arzobispos Francisco Gil (Burgos), Francisco Javier Martínez (Granada), Carlos Osoro (Valencia) y Manuel Ureña (Zaragoza), obispo de la diócesis cartagenera inmediatamente antes que Reig Pla, fueron algunos de los que escucharon las piezas gregorianas ("De Angelis), de Häendel, Deiss, Taizé, Listz y Sagastizábal que Alfonso Guillamón tocaba en el órgano construido en 1856 por Joseph Merklin en París.
También lo hicieron 20 obispos, los titulares de Albacete, Alcalá de Henares, Cuenca, Huesca, Jaén, Málaga, Orihuela-Alicante, Palencia, Sant Feliu de Llobregat, Vic y Terrassa (Barcelona), Segorbe-Castellón, Tarazona (Huesca) y Almería; los auxiliares de Madrid y Valencia y los eméritos de Cartagena y Orihuela-Alicante.
Frente a ellos, las primeras autoridades políticas de la región: el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y el delegado del Gobierno central en la comunidad, Rafael González Tovar.
Compartían bancada con ellos consejeros del Ejecutivo autonómico, diputados y senadores por Murcia, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Martínez Moya, y concejales y alcaldes de distinto signo político, entre ellos, los primeros ediles de Cartagena, Pilar Barreiro, y Murcia, Miguel Ángel Cámara. EFE
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