Nota remitida por Cielo Oscuro:
Cielo Oscuro observa con preocupación como este problema empeora rápidamente en tanto que en las instalaciones de alumbrado exterior generalmente no son tenidos en cuenta los criterios que permitirían prevenirlo de forma efectiva. Criterios técnica y económicamente posibles de aplicar y realidad en otros lugares.
Especialmente inquietantes
Así, en ayuntamientos se realizan, modifican y/o renuevan instalaciones con criterios únicamente de eficiencia energética, en el mejor de los casos, lo que no produce a su vez una disminución de la contaminación lumínica.
Cielo Oscuro insiste en que el problema no es tan solo, ni sobre todo, un problema de consumo sino un problema cultural y ambiental
No se avanza en la dirección correcta, por tanto. El medio nocturno y la vista del firmamento están hoy en día más afectados que nunca (1) y a pesar de que desde los ámbitos científico, tecnológico, social y medioambiental se advierte que el cielo nocturno es cada vez más difícil de contemplar y es desconocido prácticamente para las jóvenes generaciones, no se toman las medidas oportunas y necesarias.
Desde Cielo Oscuro reiteramos con convicción que la contaminación lumínica no es el precio inevitable del progreso sino, en su mayor parte, fruto del uso de alumbrados inadecuados y que responden a consideraciones absurdas. Alumbrados, por otra parte, dependientes mayoritariamente de las administraciones públicas y sufragados con impuestos de la ciudadanía.
Se hace necesaria una iluminación de calidad y sostenible, respetuosa con la fragilidad del medio nocturno y de los seres que lo habitamos y conforme, entre otros criterios, al uso de luminarias sin emisión al cielo, establecimiento de niveles de iluminación acorde a lo expresado por organismos como el Instituto de Astrofísica de Canarias, adopción de luminarias basadas en sodio preferentemente o la regulación del horario de apagado de iluminaciones monumentales, ornamentales y publicitarias.
(1) En la Región de Murcia tres de cada cuatro ciudadanos no pueden contemplar a simple vista la Vía Láctea, y dos de cada cinco apenas pueden percibir más que un reducido grupo de estrellas.
.son los reiterados anuncios por parte de determinados ayuntamientos y el avance de ciertos textos legales que denotan gran desinterés o desconocimiento por el problema de la contaminación lumínica, no responden realmente a la preocupación que debería suscitar este problema, posponen la aplicación de medidas efectivas y no hacen sino confundir a la ciudadanía.