La consejera de Economía y Hacienda, Inmaculada García, explicó hoy que la propuesta del Ejecutivo nacional de subvencionar la adquisición de un coche nuevo con 2.000 euros está “llena de trampas que deberían conocer los ciudadanos, ya que castigan a las clases medias del país, al ocultar a la ciudadanía el coste fiscal de las medidas, y camuflar con ayudas públicas una medida claramente recaudatoria”.
García explicó que “un contribuyente que tenga un nivel de renta medio alto puede pagar en impuestos, por la percepción de estas subvenciones, entre 400 y 590 euros de los 1.000 euros objeto de subvención por parte de las administraciones públicas, por lo que la Administración central pone 500 euros y puede llegar a recaudar casi 600”.
Del total de la ayuda anunciada, indicó García, “el Gobierno central sólo pone la cuarta parte, otra cuarta parte la compromete sin consultar ni tener capacidad para ello a las comunidades, y el cincuenta por ciento restante lo imputa a los fabricantes o a los concesionarios, que ya habían hecho antes su rebaja”. Se trata por tanto, dijo, de la vieja estrategia del presidente Rodríguez Zapatero de “yo invito y tú pagas”. Además, para percibir estas ayudas “hay que entregar previamente un coche usado, por lo que los jóvenes que aún no tengan vehículo no pueden beneficiarse de ellas”.
La titular de Economía y Hacienda afirmó que estas subvenciones se incluyen en la base imponible del IVA, por lo que de los 1.000 euros que deberían subvencionar las administraciones, 160 volverían a la Hacienda Pública del Estado en ese concepto. Además esta institución percibiría entre 240 y 430 euros de cada ayuda a través de la Declaración de la Renta, ya que estas subvenciones son calificadas como Ganancias Patrimoniales, y se integran en la base imponible general del impuesto, a la que se aplica una tarifa que oscila, para el año 2009, entre el 24 y el 43 por ciento.