La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación Agraria y Alimentaria (IMIDA), estudia los efectos agronómicos ocasionados por la utilización de aguas residuales depuradas a distintas concentraciones salinas, en el cultivo césped (gramíneas cespitosas) para su aplicación en zonas verdes y deportivas.
Según el director del IMIDA, Adrián Martínez, “la escasez de agua en la Región de Murcia plantea la necesidad de aprovechar cualquier recurso hídrico disponible” y en este sentido, añade, “su utilización es una opción muy valiosa que hay que saber gestionar”.
Investigadores del IMIDA, en colaboración con técnicos de la empresa Desarrollos y Contratas Golf, estudian el desarrollo vegetativo y la calidad de distintas variedades de césped. También estudian su tolerancia a la salinidad y el cultivo de césped sobre materiales de desecho de la industria cerámica y de residuos urbanos, para comprobar el gasto hídrico y la dosis de riego necesaria.
Según el investigador principal del proyecto, José Antonio Martínez Serna, “el estudio abarca aspectos tales como la velocidad de crecimiento de las distintas variedades, el color, la influencia de la salinidad del agua en la germinación de las semillas y la eficiencia del riego con niveles mínimos de gasto de agua”.
A través de esta investigación se estudia, entre otros aspectos, la adecuación de los nutrientes contenidos en las aguas regeneradas a las necesidades de las variedades de césped sobre las que se han realizado los ensayos. “Se trata de aguas de buena calidad para su uso en riego, ya que, entre otras cosas, su contenido en sales está muy por debajo de las que se encuentran en aguas de pozos de la zona”, concluyó Martínez.