Orihuela (Alicante), 20 mar (EFE).- Siete personas de nacionalidad británica han sido detenidas en los municipios alicantinos de Los Montesinos y Orihuela-Costa por captar y emitir la señal de canales de televisión del Reino Unido en la costa de Alicante y Murcia sin pagar derechos ni declarar los beneficios.
Fuentes de la Guardia Civil han indicado hoy que, según las primeras estimaciones, el presunto fraude cometido por este grupo delictivo tanto a las plataformas de televisión como a la Hacienda Pública podría superar los treinta millones de euros.
Más de 7.000 clientes, la mayoría de ellos de origen británico con domicilio en la costa de Alicante y Murcia, pagaban 15 euros mensuales y 890 euros por la instalación y el decodificador de recepción de la señal televisiva.
En nueve registros domiciliarios realizados en Los Montesinos, Rojales, Orihuela-Costa y en la población murciana de San Pedro del Pinatar, los agentes se han incautado de 90.000 euros en metálico, mezcladores, decodificadores, equipo informático y material de recepción/emisión, por valor de más de 600.000 euros.
En la operación, denominada "Odyssea", la Guardia Civil detuvo el pasado martes en las localidades alicantinas de Los Montesinos y Orihuela-Costa a cuatro hombres y a tres mujeres, a los que se les imputan los presuntos delitos de defraudación, asociación ilícita, contra la propiedad intelectual y contra la Hacienda Pública.
El operativo comenzó el pasado mes de agosto, cuando los agentes comprobaron que en el domicilio de uno de los ahora detenidos, ubicado en Orihuela, se disponía de potentes antenas parabólicas y decodificadores contratados en el Reino Unido e Irlanda.
Esos medios técnicos permitían captar la señal de varias cadenas británicas de televisión vía satélite, que era descodificaba para distribuirla luego a los clientes que tenían en la costa del Levante, desde Torrevieja (Alicante) hasta San Pedro del Pinatar (Murcia).
La organización operaba de forma fraudulenta, ya que actuaba como una empresa fantasma con domicilio fiscal falso, sin figurar en ningún registro mercantil, ni estar dada de alta en la Seguridad Social.
Bajo esa apariencia, adquiría como abonados particulares los paquetes audiovisuales de varios canales del Reino Unido para la distribución de la señal a suscriptores en territorio español, cuyos derechos de emisión correspondían a otra plataforma de España, por lo que vulneraba todas las normas nacionales del mercado de las telecomunicaciones.
La banda disponía ya de más de 7.000 clientes, en su mayoría miembros de la comunidad británica afincados en el Levante español, que pagaban 890 euros por gastos de instalación y del descodificador, más las cuotas mensuales de 15 euros, o bien, una anual de 180 euros.
La instalación en el domicilio de los clientes consistía en una antena específica para la recepción de las frecuencias de emisión utilizadas y un aparato decodificador. EFE