Murcia, 18 mar (EFE).- El ciudadano que se confesó autor de la muerte de tres personas en 2005 en Jumilla (Murcia) ante la Guardia Civil de la frontera de Ceuta, negó hoy la autoinculpación y dijo que lo había hecho para evitar ser expulsado a Marruecos.
Fuentes de la investigación confirmaron este extremo después de que el hombre, M.M.H., de 35 años, prestara declaración ante el titular del juzgado número Dos de Jumilla, tras ser trasladado desde Ceuta a la localidad murciana, en lo que en principio era un trámite necesario para que ubicara la zona donde había enterrado los cadáveres.
El ceutí se entregó en la madrugada del pasado lunes a la Guardia Civil en el puesto fronterizo del Tarajal, que separa la ciudad de Ceuta con Marruecos, y se autoinculpó de la muerte de tres personas de nacionalidad marroquí en 2005.
En esa declaración inicial, dijo que lo hacía para que entregaran los cuerpos a las respectivas familias.
Esta manifestación la reiteró después ante el titular del juzgado numero Dos de Ceuta, que ordenó su traslado a la ciudad murciana.
El ciudadano ceutí fue conducido hoy ante el juez de Jumilla, acompañado por un abogado de oficio, ante el que negó las primeras declaraciones y dijo haberlo hecho para evitar una orden de expulsión de Ceuta a Marruecos que pesa sobre él.
La Guardia Civil había comprobado que algunos de los datos declarados tenían cierta fiabilidad, como el hecho de que hace 4 años, cuando supuestamente ocurrieron los hechos, consta en Jumilla el hallazgo de un vehículo completamente calcinado que sería semejante al modelo que el ceutí ha dicho que quemó para borrar las pruebas del crimen.
La Policía Nacional constató también que el detenido tiene antecedentes policiales por diferentes delitos.