Un total de 60.348 personas que residen en la Región recibieron, durante 2008, ayudas por parte de la Consejería de Política Social, Mujer e Inmigración para hacer frente a necesidades básicas y paliar estados de pobreza, bien de forma individualizada o a través de programas subvencionados.
La Dirección General de Pensiones, Valoración y Programas de Inclusión, dependiente de Política Social, contará este año 2009 con un presupuesto de 14 millones de euros destinados a dar cobertura a las necesidades más perentorias, si bien las solicitudes de estas ayudas se tramitarán a través de los ayuntamientos. Con este motivo, el titular de la Consejería, Joaquín Bascuñana, mantuvo recientemente una reunión con los alcaldes y representantes de los municipios murcianos para informarles de la partida presupuestaria habilitada para este fin así como de los trámites que se deberán seguir desde cada uno de los consistorios.
De los 14 millones de euros consignados, 8.966.445 euros se destinarán a la concesión de ayudas individuales y familiares directas, mientras que el resto se tramitarán a través de los programas subvencionados. De esta manera, señaló Bascuñana, “lo que se pretende es poder ayudar a los que más lo necesitan, de una forma rápida y urgente, y paliar circunstancias de carácter excepcional o situaciones de grave necesidad que no pueden ser atendidas a través de otros recursos”.
Las ayudas y prestaciones previstas para 2009 están destinadas a personas en situación de necesidad, a aquellas en riesgo de exclusión social, así como subvenciones dirigidas a mayores y discapacitados para que, con este apoyo económico, puedan hacer frente a servicios destinados a mejorar su calidad de vida.
De esta manera, en el caso de las personas con discapacidad, se conceden prestaciones periódicas para tratamientos como terapia del lenguaje, fisioterapia o psicomotricidad y, además, ayudas no periódicas para dietas especiales, adquisición de gafas, adaptación de vehículos a motor o eliminación de barreras arquitectónicas.
En el caso de los mayores, se destinan prestaciones de carácter periódico, para su atención en el medio familiar, y de manera no periódica, para servicios como la adquisición de prótesis dentarias y auditivas, adaptación de la vivienda o compra de electrodomésticos básicos.
Finalmente, los programas destinados a erradicar la exclusión social desarrollan actividades formativas para personas de etnia gitana, reclusos y ex reclusos y otros colectivos de personas en situación o riesgo de exclusión.