La Dirección General de Carreteras ha invertido más de cinco millones de euros en mejorar la seguridad vial de nueve travesías situadas en los núcleos urbanos de Ulea, Archena, Abarán, Bullas, Jumilla, Murcia, Los Alcázares y Lorca, tras su cesión a los citados ayuntamientos a lo largo del pasado año.
Según el director general de Carreteras, José Guijarro, “se trata de tramos de carreteras regionales en los que el tráfico es mayoritariamente urbano y donde existen vías alternativas para la continuidad de la red regional que proporcionan un mejor servicio a los ciudadanos, por lo que su cesión, vinculada a un acondicionamiento integral de las mismas, es la solución más lógica tanto para el Gobierno regional como para las corporaciones locales”.
En concreto, se ha cedido al ayuntamiento de Ulea un tramo de la A-8, al de Archena, la antigua travesía de la T-530, y al de Abarán la parte de la MU-513 que pasa por el casco urbano por estar situadas en entornos locales y haber perdido su condición de carreteras regionales, convirtiéndose en avenidas urbanas que están sometidas a un intenso tráfico de vehículos y al tránsito de peatones.
Por otra parte la RM-542, que discurre por el centro de Bullas, ha pasado a ser titularidad de este Ayuntamiento, que también ha contado con una subvención para su acondicionamiento, “ya que requería correcciones en cuanto a seguridad vial y era preciso adaptar la vía a las necesidades de accesibilidad urbana, con los correspondientes vados, señalizaciones y mejora del pavimento existente” indicó el director general de Carreteras.
También se han cedido las travesías 3213 y 3314 de Jumilla, la E-5 de Murcia a su paso por Corvera, la F-30 de Los Alcázares y la D-7 en la llamada “huerta de Lorca”, todo ello, según Jose Antonio Guijarro, “con el fin de mejorar el desarrollo urbano de multitud de viviendas y centros de actividad económica que se encuentran en los márgenes de la carretera”.