Por José Alberto Bernardeau
Murcia, 31 dic (EFE).- La crisis económica, constatada en el sector del arte con el cierre de tres galerías murcianas en 2008, ha conducido a las once restantes a ingeniárselas para mantener su oferta recurriendo a fórmulas, si no nuevas, sí distintas a las mantenidas hasta hoy.
Todos sus propietarios se muestran firmes y dicen que van a seguir hasta que pase lo peor, pero se preguntan si la administración regional está esperando a que le den más ideas para que las salas murcianas no terminen por cerrar todas.
La primera en abandonar fue "Clave" (Murcia, 1986), aunque su propietario, Antonio López, no atribuyó su marcha de Murcia a cuestiones económicas, sino a otras razones estructurales del mercado murciano, con no pocas críticas a la política cultural de la administración regional.
Por el contrario, las más jóvenes "Catedral gallery", abierta en Murcia en 2006, y "Fernando Gerao", en la misma ciudad, en 2005, no han suportado el retraimiento comercial de 2008, aunque nunca manifestaron que les fuera bien desde que abrieron.
Paradigmágico es el caso de la galería "La Aurora" (Murcia,1994), cuyo propietario, José Fermín Serrano, y presidente de la "Asociación de galerías de arte de la Región de Murcia", ha optado por convertir temporalmente su sala en mercadillo y ofrecer rebajas con sus fondos de obra gráfica, con precios desde 20 euros, con el resultado de "se vende", y es arte moderno y contemporáneo. "Esperaba algo correcto, pero ha sido fantástico" y añade estar sorprendido por la juventud de compradores, "el 95 por ciento son nuevos compradores y potenciales clientes".
La fórmula, sin embargo, no es nueva, pues a ella recurre cada año durante las fiestas navideñas la galería "Detrás del Rollo" (Murcia, 1996), y ya antes la explotaron otras salas pioneras en Murcia, entre ellas, "Zero" (Murcia, 1970-1995). Edita con regularidad obra gráfica de Pedro Cano, Molina Sánchez, Avelaneda, Gaya y Alfonso Albacete.
Exponen habitualmente Ángel Haro, Dora Catarineu, Pepe Yagües y Carmen Jiménez, entre otros.
Una galería que acaba de cumplir tres años, "Romea3", tiene previsto mantenerse en sus trece a pesar de los crisis, "la rentabilidad es mínima ahora, pero lo fue ya en los inicios", por lo que sus propietarios Josefina García y Antonio García Herrero no les queda sino confiar en que se supere la situación. Ella posee gabinete propio de psicología y él es arquitecto.
Eran ya coleccionistas de arte antes de abrir. Ahora van a incrementar sus fondos, van a invertir comprando en su propia galería, en la que ningún estilo está excluido.
Luis Artés, propietario de "Bambara" (Cartagena, 1998), una galería muy especializada, concretamente con el arte ritual africano, oriental y metafísico, asegura que "como siempre he vendido poco, ahora no percibo la crisis".
El galerista ha notado un descenso en las visitas a la sala que dirige, pero lo atribuye más bien a una exagerada "percepción del ciudadano" de la crisis. "Bambara" acoge obra de Virginia Bernal, Salvador, Torres, Rosa Vivanco, Paco Ñíguez, María José Contador, Eduardo García Cortils y Miguel Llamas, entre otros.
Para Joaquín Pérez, director de "Kim galery" (1998), los ajustes económicos de 2008 han afectado especialmente a sectores menos favorecidos, pero señala que no son los que compran arte, por lo que confía en mantener su clientela con empresarios y otros coleccionistas y aficionados al arte que pueden permitírselo.
"Kim Gallery" mantiene desde su fundación una apuesta por el arte contemporáneo sin grandes concesiones al abstracto. Artistas jóvenes y consagrados, en su mayoría exclusivos.
El futuro lo encara, no obstante, con algunos cambios estructurales, como la no participación en ferias de arte y la organización de menos exposiciones individuales, que suponen una mayor concentración de gastos, menos catálogos, y más colectivas, "que venden más".
Entre sus artistas se hallan Alicia Grau, Allan Madsen, Antonio Castelló, Carlos Callizo, Francisco Franco y González Beltrán.
Javier Cerezo, de "Babel", es asertivo: "2008 ha sido malo, y desde mediados de año, peor". Cree que la declaración oficial de crisis fue crucial para que se retrajera el consumo.
Afortunadamente, indica, las galería tienen resortes para no depender únicamente de las ventas en la sala, para diversificar la actividad y para no depender de la clientela de siempre. De cualquier forma, va a reducir gastos, por ejemplo, dejando de ir a ferias, especialmente las europeas, que suponen excesivos gastos y dudosa rentabilidad.
Si tuviera que apostar por una feria, sería alguna de los países más potentes económicamente, emergentes en cuanto al arte, como Dubai, "que de momento se queda en un sueño".
Mientras tanto, señala, va a reconducir gastos hacia la adquisición de más obra a los artistas de la galería, incluso a comprarles colecciones enteras, "porque ellos deben seguir trabajando".
Nacida en 1991, cuenta en su elenco de artistas a Torregar, Cantabella, Concha Martínez Barreto, Raquel Sepúlveda, Martínez Tapia y Luis Manuel Pastor, entre los murcianos, así como otros de diversas procedencias geográficas. EFE