Murcia, 27 dic (EFE).- La organización COAG presentará en Madrid en enero su proyecto "Red Arco" de agricultura de responsabilidad compartida, que supondrá la venta directa al consumidor de los productos de la huerta para evitar abuso en los precios de los intermediarios, y la sede de la Cámara Agraria se baraja como una de las tiendas.

Así lo anunció a EFE el presidente de COAG-Murcia, Pedro Lencina, quién junto al responsable de agricultura de esta organización, Pedro García, ha trabajado en esta iniciativa, viajando a Francia y pasando una semana en el país galo observando la iniciativa "Pays en direct" constituida bajo una fórmula cooperativa, así como un mercado de venta directa en Marsella similar al Zacatín de Bullas.

En Francia existe una asociación por el mantenimiento de una agricultura campesina en el que hay consumidores asociados que pagan 20 euros por cesta, adelantando el coste total de las cestas de seis meses en un contrato de suministro con un productor para que le abastezca semanalmente con un determinado tipo de productos.

El productor galo anota en una pizarra el contenido de la cesta semanal y los consumidores llenan su cesta pudiendo intercambiar algún producto por otro que les agrade más.

En España esta iniciativa ya la han puesto en marcha los ecologistas hace años, en concreto, en el año 2004 en Murcia fueron los miembros de la asociación naturalista del sureste (ANSE) con su proyecto "Coccinella", que tiene como finalidad la promoción de la agricultura y la ganadería ecológicas.

Los socios de ANSE reciben cada dos semanas una hoja de pedido con una oferta de casi 400 productos diferentes, la rellenan, la envían por e-mail y pagan el importe del pedido mediante un ingreso en la cuenta de ANSE-Proyecto Coccinela.

El día de reparto (normalmente el martes) se acercan al local y recogen su pedido. Su email de contacto es coccinela@asociacionanse.org.

En la Región existen además las asociaciones de consumidores de productos ecológicos Biosegura, La Almajara, Salud Sostenible, Guadanatura y Ecomur, entre otros, y los puntos de venta El Pocero, La Tienda Verde (Mazarrón), Ecoartesano, Coato Bio Shop, El Recó, Ecotienda Ceres, El Campico (con carne), La Tienda Verde (Las Torres) y Sol y Tierra, así como compras vía internet en Caja Nature y El Mercado Ecológico.

Lencina opina que este tipo de iniciativas solo tienen la capacidad para llegar al 10 por ciento de los ciudadanos porque el sindicato no tiene la capacidad económica para abarcar más y a su juicio, deberían ser las cooperativas las que apostasen por este tipo de relación con el consumidor, pero el temor a que "el monopolio de la distribución" pueda perjudicarles, les impide dar el salto.

En este sentido, recomendó a las cooperativas que ofrezcan en esas tiendas productos con una marca blanca que no pueda ser identificada por la distribución, ya que el temor del cooperativista es que la distribución tome nota de la marca que se venda de forma directa al consumidor para ser recusada a perpetuidad.

La Red ARCO surgió de debates internos en COAG tras los problemas que ha sufrido la agricultura con el incremento de precios por la actuación de las grandes superficies comerciales, ante las dificultades de venta de productos ecológicos porque los ciudadanos no están concienciados en su consumo, y por la difícil subsistencia de la agricultura familiar, y así algunos agricultores han optado por realizar ellos mismo la comercialización de sus productos para sobrevivir llegando a vender sus productos en los arcenes de las carreteras.

En algunos casos, el proyecto supondría que agricultor y consumidor mantendrían una responsabilidad el uno con el otro, suministrando el primero productos que son cultivados de una forma responsable con el medio ambiente y que son puestos en la mesa al poco de su recolección, y el consumidor paga un precio justo en el compromiso de adquisición de los mismos.

Además el consumidor sabe quién produce lo que come y cómo lo cultiva gracias a la realización de visitas a las explotaciones.

Otra de las ideas del proyecto sería coordinar la venta estatal de productos que localmente se encuentran con problemas por la especulación de precios. EFE